Es lo que podría definirse como uno de los 'daños colaterales' de la culminación de las obras de rehabilitación de la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares de Úbeda. Una vez que se ha hecho efectiva la reapertura al culto del emblemático edificio tras 28 años de cierre, algo que ocurrió el pasado 8 de mayo, otro templo ha cerrado sus puertas por motivos de reorganización parroquial.
Se trata de la iglesia de San Pedro, situada en la plaza del mismo nombre. Y se teme que este hecho suponga el olvido y deterioro imparable del inmueble, algo que ya ha ocurrido con otros templos como es el caso de San Lorenzo o Santo Domingo, ambos actualmente en una difícil situación.
Problemas de humedades
El problema ya es patente, pues San Pedro presenta desde hace tiempo deficiencias considerables. Hasta el 8 de mayo se estuvo utilizando para el culto, aunque no de forma diaria, lo que ha supuesto unas mínimas labores de mantenimiento. Pero no ha sido suficiente, y sus males se han ido acumulando. Tienen que ver, sobre todo, con humedades en muros, cubiertas y bóvedas.
Así lo confirmó a IDEAL el párroco de San Pablo y Santa María, José Araque, quien, durante el cierre de ésta última, ha estado desarrollando parte de la actividad parroquial en San Pedro. Pero ahora ya no es necesario utilizarla, e incluso muchos enseres y todas las imágenes que allí estaban se han trasladado a Santa María. De esta forma, Araque declaró que la iglesia se ha cerrado a cal y canto y que se intentará darle una salida y estudiar una posible utilidad. Aunque esto es complicado, por lo menos en el plano eclesiástico, pues las necesidades están cubiertas y no abundan ni los sacerdotes ni los fieles.
Era la crónica de una muerte anunciada. Y por eso desde diferentes sectores ciudadanos se considera que es necesario buscar soluciones ahora, antes de que pase el tiempo y San Pedro quede olvidada, con lo cual quizá llegue el momento de que sea demasiado tarde plantear su conservación y uso. Incluso se piensa conformar una plataforma que trabaje en su reapertura al culto o en su utilidad con fines sociales o culturales, para garantizar su mantenimiento.
Al respecto, no se olvida que justo al lado se está construyendo el que será el primer hotel de cinco estrellas de la ciudad y de la provincia, con lo cual no faltará movimiento y actividad en este punto del casco histórico. Y se recuerda que Úbeda, como ciudad Patrimonio de la Humanidad, debe velar por la conservación de sus edificios históricos.
Valor histórico
Según la 'Guía de Úbeda. Ciudad de Renacimiento', la iglesia de San Pedro es una de las parroquias más antiguas de la ciudad. Fue reedificada en el último tercio del siglo XIV (tras la destrucción de Pero Gil), quedando escasos restos de la anterior fábrica del siglo XIII, tales como el ábside semicircular. Ha sufrido después varias intervenciones, destacando la de la fachada renacentista de 1605, construida por Alonso de Barba, que fue discípulo del arquitecto Andrés de Vandelvira.
Probablemente fue una mezquita convertida al culto cristiano después de la Reconquista, siendo parroquia, dependiente de la jurisdicción del arzobispado de Toledo en el siglo XIII, hasta que a mediados del siglo XIX quedó agregada a la iglesia de Santa María. Presenta un gran valor histórico, pues fue una de las parroquias en que se dividía la ciudad medieval, en la que se aprecia el interés renacentista de siglos posteriores por transformar el aspecto externo, mediante la construcción de fachadas sobre los templos medievales.
Casos similares
Quienes alertan sobre el incierto y, probablemente, desgraciado futuro de San Pedro recuerdan que otras iglesias monumentales sufren un deterioro que parece imparable, como es el caso de Santo Domingo y San Lorenzo.
La primera, aunque se tiene en mente ubicar allí el futuro Museo de la Semana Santa de Úbeda, existiendo un acuerdo firmado con el Obispado para ello, sigue sufriendo la falta de mantenimiento pese a que en su día se realizó una importante rehabilitación que se está perdiendo. Sólo acoge un par de semanas al año el Belén que monta la Unión de Cofradías.
San Lorenzo
Y en relación a San Lorenzo, duerme el sueño de los justos, cada vez con problemas más serios e incluso amenaza de hundimientos en algunos sectores, pese a que últimamente se han realizado ciertas obras de mantenimiento a requerimiento del Consistorio. Existe una oferta realizada al Obispado para permutar el edificio y darle un uso cultural y social, pero no se ha llegado a un acuerdo en lo referente al valor del inmueble, con lo cual hay pocas perspectivas de solución a corto y medio plazo.
El mosaico romano hallado en las cercanías de la zona conocida como Casablanca, cerca de los terrenos de las antiguas Azucareras en Linares-Baeza, es desde ayer, día en que se celebraba el Día Internacional de los Museos, la pieza estrella de la colección íbero-romana del Museo Monográfico de Cástulo. Una recuperación peculiar dado que ha contado con la participación de varios voluntarios linarenses durante la totalidad del proceso de rehabilitación.
Una puesta en valor de una pieza de importante envergadura que, además, ha supuesto la recuperación de uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de los últimos años en la ciudad y que, desafortunadamente, ha sido víctima de importantes expolios hasta su traslado al museo linarense. Un problema que, al igual que ocurrió con este mosaico de Casablanca, se ha detectado en otros espacios de interés arqueológico que actualmente quedan fuera del perímetro delimitado de la ciudad íbero-romana.
En este sentido, Mercedes Valenzuela reconocía la dificultad para asegurar una protección total contra los 'piteros', aunque aseguran que han sido «muchas e importantes» las medidas llevadas a cabo para evitar dichas prácticas. «Se está realizando un esfuerzo conjunto por parte de la Consejería, Seprona o las Fuerzas de Seguridad pero es complicado controlar cada uno de los Expolios. En cualquier caso, que hoy esté aquí este mosaico es una prueba de que la coordinación en el trabajo ha permitido evitar la destrucción de este hallazgo y que haya sido puesto en valor», destacó.
Asimismo, y tras la reciente aprobación por parte de la Junta de Andalucía para la ampliación de la protección propia de una zona arqueológica se extienda a un territorio mucho más extenso del anteriormente como yacimiento arqueológico reconocido y tutelado -fue declarado monumento histórico-artístico y arqueológico, con carácter nacional, en el año 1985-, la delegada de Cultura aseguraba ayer que en breve se dará el paso definitivo para acompañar esta noticia de la catalogación de Cástulo como Conjunto Arqueológico.
Un hallazgo sorpresa
El mosaico romano, datado entre los siglos II y III después de Cristo, ha sido uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de los últimos años en Linares. Una pieza que veía la luz de forma fortuita tras las fuertes lluvias que se registraron en el año 2007 y que, posteriormente, sufría nuevos daños a causa de las precipitaciones.
Fue el pasado año cuando la Delegación de Cultura tomaba la decisión de su recuperación y puesta en valor desde el propio Museo Arqueológico de la ciudad. Así, un grupo de 35 voluntarios trabajaron bajo la dirección del equipo técnico en su limpieza y restauración. «Esta obra es fruto de la gran colaboración de los voluntarios de Linares, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Linares se ha podido realizar este trabajo a lo largo de más de cien piezas encontradas en Casablanca y que supone una gran recuperación», destacó Valenzuela.
Junto a los daños producidos por las últimas lluvias, este mosaico datado entre los siglos II y III después de Cristo, fue objeto hace tan sólo unos años de varios expolios que dañaron menos de un metro cuadrado de los dos que se encontraban a la vista. Una situación a la que desde el Ayuntamiento de Linares, así como desde Cultura, se intentó poner freno gracias a la vigilancia por parte de la Patrulla Verde y su posterior tapado.