Una Semana Santa que no esté pasada por agua siempre es motivo de alegría para los cofrades, los hoteleros, los hosteleros, los comerciantes y para los turistas.
Unos sonríen porque pueden sacar a la calle los pasos para los que se han preparado durante el año y el resto lo hace porque si estos días suenan las marchas de la Semana de Pasión, también suena el “clin, clin” de las máquinas registradoras haciendo una buena caja.
Hasta este año, en la provincia, la crisis había convertido la llegada de turistas en un objetivo a alcanzar, que, en numerosos puentes y vacaciones, se antojaba mucho más lejano que alcanzable. Salvo para los considerados como “destinos turísticos” de Jaén, es decir, los cuatro parques naturales —Sierra Mágina, Andújar, Despeñaperros y Cazorla, Segura y las Villas— y para las Ciudades Patrimonio de la humanidad de Úbeda y Baeza, atraer a los turistas se había convertido en una empresa harto complicada. Hasta ahora.
La Semana Santa que se acaba de ir ha dejado a su paso grandes números y, lo más importante, la esperanza en una mejoría de la situación económica. “Excepcional”, así la califican desde la Asociación de Empresas de Alojamiento de la Provincia de Jaén (Ashotel), donde se congratulan, como explica su presidente, José Ayala, de que han sido muchos los hoteles jiennenses que han colgado el cartel de completo: “Hay que remontarse a los años anteriores a la crisis, es decir a 2006 y a 2007, para poder encontrar cifras de turismo que sean similares a las que se han registrado estas últimas vacaciones”, explica Ayala, para quien uno de los datos más destacables es que en ciudades como Jaén, Bailén o Linares, que, apunta, “no son destinos turísticos”, la ocupación hotelera se ha situado por encima del 80% en esta Semana Santa.
Ashostel divide estos días de Pasión en dos tramos: desde el Viernes de Dolores hasta el Miércoles Santo y desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurrección, y tanto en uno como en otro, desvela Ayala, la ocupación hotelera ha sido satisfactoria: “En el primer tramo, en la provincia, la ocupación media de esas seis noches se ha situado en torno al 71%, lo que supone un 18% más que el año pasado. Pero las mejores cifras se han cosechado en la segunda parte de Semana Santa, cuando la media provincial de ocupación hotelera ha sido del 91%, tres puntos mas que el año pasado” asegura el presidente, para quien los porcentajes son importantes, pero lo más reseñable es cómo actúan los turistas. “Lo más importante no es que se hayan ocupado el 100% de las plazas, sino que se habían reservado con varias semanas de antelación, lo que viene a confirmar que los visitantes han cambiado sus hábitos y, como sucedía antes de la crisis, vuelven a planificar sus vacaciones”, subraya.
La belleza de los pasos, los ritmos de tambor y de corneta y los trajes de nazareno se han consolidado como atractivo turístico internacional en ciudades como Sevilla y Málaga, pero no en Jaén, donde el porcentaje de turistas extranjeros se sitúa alrededor del 5%. Este podría considerarse como el único dato “negativo” que han dejado estas vacaciones, ya que si se atiende al gasto medio de los turistas cada día, este ha aumentado hasta los 96 euros.
crecimiento. Entre los numerosos atractivos turísticos que hay en la provincia, la floración del cerezo ha destacado en los últimos años como uno de los más importantes. El Valle de la Fuenmayor, en el municipio de Torres, es el centro neurálgico de esta actividad. Tal y como apunta el presidente de la Cámara de Comercio de Jaén, Manuel Barrionuevo, son muchos los autobuses y los visitantes “independientes” que se desplazan hasta aquí desde hace una semana —y podrán seguir haciéndolo a lo largo de esta— para contemplar, dice, un “verdadero espectáculo” de la naturaleza. “Es un gran desconocido, pero merece la pena disfrutarlo”, concluye.
