Asimismo, el político explica que se han hecho labores de limpieza del exterior del edificio. “En el interior se han sacado hasta seiscientas toneladas de escombros. Además, han tenido que poner seiscientos puntales para mantener las paredes de la obra”, concreta Ortega. Y es que las labores de recuperación de la construcción se elevan a una categoría superior, de forma que los materiales se han adaptado a la excepcionalidad del edificio. “Tuvimos que buscar unos andamios que han venido de fuera de la provincia. Son especiales, ya que además de fortalecer el edificio, permiten trabajar en el tejado”, aclara el delegado provincial de Medio Ambiente.
Confiado, Juan Eugenio Ortega estima que, “previsiblemente”, para finales de noviembre esté culminada la primera parte. “Como esto depende de la meteorología, si llueve, a lo mejor nos iríamos a diciembre”, matiza. Asimismo, recuerda que esta fase cuenta con una inversión de más de unos 466.000 euros —IVA a parte—.
Además, Ortega destaca la realización del sendero hasta la fuente. “Está limpio de broza. Se han recuperado prácticamente todos los jardines, ya que aquello era un bosque. Ha habido que cortarlo y adecentarlo un poco. Queremos que broten las mismas plantas que había allí”, dice.
Por otra parte, la inversión de la segunda etapa está incluida en los presupuestos de 2016 con un valor de 309.000 euros, más IVA. “Esperamos que cuando comience el año se hará la encomienda a Amaya (Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía), que es la encargada de la primera fase. Así, la obra empezará —si no tenemos problemas a la hora de los protocolos— para febrero o marzo. Durará unos seis meses, de forma que, para el verano, estará terminada”, agrega.
Más vistosa, esta segunda fase consta de la instalación de paneles informativos y guías en las ventanas y puertas, con el objetivo de que el visitante los aprecie desde el interior como el exterior. “Son unos paneles informativos muy interesantes que explicarán lo que fue el balneario antes y lo que es ahora”, apunta Ortega, para añadir que el edificio se dejará listo, no para su uso, sino para mostrar como estuvo antes de su abandono. No obstante, el delegado descarta que la Consejería ponga impedimentos si hay una empresa interesada en ponerlo en valor.