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miércoles, 24 de agosto de 2016
Noticia IDEAL:45 años de las caras de Bélmez
Tal día como hoy empezó el 'fenómeno'. El mediático, el indiscutible, arrancaba al contar IDEAL, primer medio en hacerse eco, la manifestación de «Un 'rostro' que aparece y desaparece en un fogón» en Bélmez de la Moraleda, donde incluso comenzaba ya entonces a haber peregrinaciones. 45 años después la polémica continúa viva, los rostros (nuevos) surgiendo, los creyentes y curiosos yendo a visitarlas y los detractores hablando de 'los caras' de Bélmez.
Sea como fuere, la casa de la vecina María Gómez, fallecida en 2004, colocó a la localidad en el mapa nacional e incluso internacional. Para los que no habían oído hablar del pueblo les sirvió para ponerle cara. Hoy sigue despertando el interés de muchos curiosos, es visitado por expertos dedicados a la parapsicología (el célebre Iker Jiménez se dejó caer por última vez hace en torno a un año), ha llenado páginas y páginas de periódicos y horas de televisión y ha sido el germen de la construcción de un Centro de interpretación de las caras, que es visitado estos días por más de medio centenar de personas a la semana.
«El fenómeno está y sigue. No nos favorecemos económicamente de él», asegura tajante el alcalde de Bélmez de la Moraleda, Pedro Justicia. «Es visitado sobre todo por familiares y amigos de gente del pueblo y alrededores y por curiosos. No ganamos dinero con el centro y se ha creado un puesto de trabajo (una guía que atiende a los visitantes y los asesora). Es un reclamo para que no pasen de largo del pueblo, un atractivo que tenemos y tratamos de dar a conocer», explica. En verano la media supera el medio centenar de visitantes, asegura.
El centro abre los sábados, domingos y festivos, con entrada a tres euros para adultos, dos para grupos y gratis para los menores de quince años. Para su puesta en marcha contó con fondos europeos, pero ya está en manos solo del Consistorio.
Los herederos de María, sus hijos y nietos, son ahora quienes se encargan de la casa. Y aseguran que no paran de surgir nuevas 'teleplastias': una cara en una pared, una mujer desnuda de la que se aprecian los pechos, un vestido de novia y múltiples rostros que nacen del suelo, pero más difíciles de identificar, menos nítidas, más próximas a la pareidolia, el extraño fenómeno mental de ver caras o figuras donde no las hay (como en una nube, un jamón o una tostada).
Desde que murió María apenas salen rostros, pero ahora parece haber un repunte. ¿Espíritus o fraude? Pues es lo de siempre en uno de los misterios más controvertidos y longevos de la historia de la parapsicología española. Ya en su origen IDEAL se hacía eco de que unos pensaban que era un milagro, mientras que otros tachaban lo que estaba ocurriendo como una fechoría o un disparatado truco para engañar a incrédulos. Sin embargo, pese a que no se sabía muy bien a qué se debían las apariciones, el periódico ya contaba que se estaba produciendo una pequeña, pero creciente, peregrinación hacia una casa en cuya cocina, «misteriosamente», había aparecido en la peana del fogón la pintura de un exótico rostro que, afirmaban, era imposible borrar. «Si se raspa, desaparece, y vuelve a aparecer», relataban.
En la casa 2, pintadas
En aquel año 1971 no paraba el reguero de gente que acudía desde que se había producido por primera vez el suceso, unos veinte días antes, hasta el número 5 de la calle Rodríguez Acosta del pueblo. Incluso, explicaba que se habían montado ya dos «negocios» de fotografías y se organizaban excursiones desde los pueblos. Los parapsicólogos más populares de Europa desfilaron por la casa para intentar encontrar alguna explicación. Fernando Jiménez del Oso o Germán de Argumosa pasaron largas jornadas en ella, picando el suelo y analizando las manchas. Se demostró el fraude de la llamada casa 2, donde fueron pintadas, reconocido por los autores para replicar el éxito; en la original todo se emborronó. Al menos, la falsificación de serlo no era igual. Incluso se llegó a precintar la habitación durante meses y al abrirse aparecieron supuestos nuevos rostros.
Casi medio siglo después sigue el debate: milagro sin explicación o un montaje para recaudar. El eterno debate entre los que hablan de fenómenos paranormales o para anormales.