El Archivo Histórico Provincial está más vivo que nunca. Inmerso en
un ambicioso proceso de digitalización, con una ampliación planteada
para un futuro cercano, continúa su plan de apertura al público para
que, cada vez más, los jiennenses traspasen sus puertas y conozcan los
servicios que ofrece y los tesoros que esconde.
El Archivo Histórico Provincial, enmarcado dentro de lo que fue un
convento, allá por el siglo XIV, guarda en su interior 80.000 unidades
de instalación. O, dicho de otro modo, millones de documentos; los más
antiguos, del siglo XV. Si esas cajas contenedoras de información, de
cultura, se pusieran en línea, recorrerían más de 15.000 metros, asegura
el director del centro, Juan del Arco Moya, que trabaja allí desde hace
2 décadas.
La institución, creada en 1952, se trasladó a su actual
edificio, en la calle Santo Domingo, en 1989, pero las instalaciones ya
se quedan pequeñas para un fondo que no para de aumentar. “Ya se está
pensando en la ampliación”, reconoce Del Arco Moya, aunque aún no se
sabe de qué manera se concretará. Otro reto futuro, aunque ya empezado,
es la digitalización. “Será una garantía de conservación y, también, de
acceso para el usuario, pero es un trabajo gigantesco”, explica el
director. “Pero el entorno físico debe perdurar”, apunta el delegado de
Educación, José Ángel Cifuentes. “Tenemos la obligación de que nuestros
descendientes puedan tener en sus manos documentos como los que hemos
tenido nosotros y tuvieron nuestros antepasados”, razona Cifuentes.