Los murales de terracota del pintor linarense Francisco Baños son algunas de las piezas decorativas más importantes que se pusieron a buen recaudo ante la demolición, el pasado 2008, del teatro Olympia. Desde entonces, el Ayuntamiento contemplaba la restauración de estas piezas, que fueron donadas por la viuda del artista para impulsar su obra y darla a conocer a la ciudadanía, aunque la crisis económica y la falta de financiación obligaron a aplazar la iniciativa, de gran envergadura, durante los últimos años.
Ahora, desde hace meses, un equipo completo de restauradores -ocho personas-, procedentes de los planes de empleo puestos en marcha por la Junta de Andalucía, ha trabajado en el proyecto de restauración que, según explicó el concejal de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Linares, Daniel Campos, se encuentra muy avanzado. ”Han trabajado en estas obras y en materiales arqueológicos procedentes del yacimiento de Cástulo y, en próximos días, concluirán. Ahora en lo que estamos es en buscar el sitio más adecuado para ubicar las terracotas”, manifestó.
Entre los emplazamientos que se barajaban inicialmente para estos elementos de gran categoría artística y elaborados por el pintor local, muy reconocido en el ámbito nacional, se encuentra el Palacio Consistorial, cuya rehabilitación ha comenzado recientemente tras años de espera. Los murales, al igual que diverso material mobiliario del teatro Olympia, fueron guardados en almacenes municipales para su correcta conservación y protección. Con esta acción se completará la puesta en valor de otros ornamentos que se encontraban repartidos por las dependencias del antiguo espacio escénico. En este sentido, destacan las piezas de forja y las lámparas que presidían el escenario del ya desaparecido teatro linarense. Dichos bienes muebles, de gran tamaño, están ahora ubicados en un nuevo emplazamiento, el mercado de abastos, donde también tiene cabida una obra de “Belin”.
De esta forma, tres de los cuatro accesos al mencionado recinto comercial cuentan, en su parte superior, con las históricas terracotas de Paco Baños que representan motivos marítimos y otros de carácter puramente decorativos que recuerdan el pasado minero de Linares, a través de chimeneas, así como del ámbito agrario mediante la evocación de campos de cereales, olivos y frutales
