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jueves, 21 de julio de 2016

Patrimonio de Jaén en estado crítico


Se cumplen cuarenta años de que se pusiera en marcha una organización que pretendía canalizar la creciente demanda, que por aquel entonces existía en la sociedad, de una mejor conservación del patrimonio existente en este país. Así nació la Asociación Hispania Nostra, al calor de otra entidad aún mayor, como es la Asociación Europa Nostra. «Mucho ha cambiado desde entonces la sociedad española y mucho ha evolucionado el concepto de patrimonio» explica la propia organización en su página web, que deja claro que en este tiempo ha habido un aumento del interés de la sociedad por el patrimonio cultural, «que no se corresponde con un desarrollo en paralelo del compromiso por conservarlo».

De esa falta de compromiso es reflejo la provincia de Jaén, que es la provincia andaluza con un mayor número de elementos patrimoniales incluidos en la lista roja que esta organización elabora, desde hace años, para denunciar el mal estado de conservación y el abandono de puntos de alto valor patrimonial. Jaén tiene 26 puntos en esa lista roja, aunque en los últimos tiempos tres la han abandonado. En dos casos por actuaciones de rehabilitación, conservación y mejora, y en otro, porque directamente se ha echado abajo el edificio.

Aún así, dejando en 23 los elementos, quedan lejos de los cuatro que tiene Almería en la lista roja; los ocho de Córdoba; solo uno en Huelva, Málaga (7); Cádiz (8) o Sevilla con diez. Solo es comparable el caso de Granada, con otros 23 'puntos negros'.


Esta organización, que está presidida por la Reina Doña Letizia, es una asociación de carácter no lucrativo, declarada de utilidad pública, y cuyo único objeto es la defensa, salvaguarda y puesta en valor del patrimonio cultural y natural español. De ahí esta lista roja de patrimonio en peligro de desaparición, aunque también se entregan cada año premios a las mejores tareas de rehabilitación que se realizan en el país.

Volviendo a Jaén, en ese listado rojo hay patrimonio a lo largo y ancho de la provincia. Algunos son casos muy conocidos, cuyo estado se ha denunciado una y otra vez de forma pública. En otros, Hispania Nostra pone el acento en patrimonio poco conocido, pero de importante valor.

Un ejemplo de esto último es el castillo de la Aragonesa en Marmolejo, que fue el último elemento que se incluyó en esta lista, en septiembre del año pasado. Según explica la asociación, el valor de este castillo se basa en que es el asentamiento medieval mejor conservado en este término. Es un castillo de origen islámico, y que tras la conquista se aprovechó para transformarlo en residencia palaciega. Actualmente «se encuentra totalmente abandonado y expuesto al expolio, con grandes desperfectos en su estructura, lo que hace temer por su conservación», explica Hispania Nostra.

Son muchos los castillos que forman parte de este listado, no en vano Jaén es una de las provincias con más fortalezas de toda Europa, muchas de ellas aprovechadas en la Ruta de las Castillos y las Batallas, pero otras muchas en riesgo de perderse. Es el caso del castillo de Marmolejo; el de Chincolla en Villanueva del Arzobispo; el de La Majuela en Quesada; el de Salvatierra o de las Cinco Esquinas en Cazorla; el de Bujaraiza en Hornos; el de la Peña de Martos; Villardompardo; Bedmar y Giribaile.

Patrimonio religioso

También es destacable la cantidad de patrimonio religioso, con la presencia de la ermita de San Antón en Alcaudete; la iglesia de San Francisco en Alcalá; la antigua parroquia de San Miguel en Jaén; la iglesia de Santo Domingo de Silos en Alcalá; la ermita de San Bartolomé de Úbeda; la iglesia de San Lorenzo en Úbeda; la ermita de Madre de Dios del Campo, también en Úbeda, o la iglesia de Santo Domingo en La Iruela.

De entre todas ellas destacan algunos casos como el de San Miguel en Jaén capital, cuyos restos se encuentran en un estado de avanzado deterioro, y que ni siquiera pueden visitarse porque están dentro de una propiedad privada. De poco o nada han servido las movilizaciones ciudadanas que se han hecho para pedir la rehabilitación de la antigua iglesia, en pleno casco histórico. Y eso que hubo un momento, en el año 2010, cuando gobernaba el PSOE en el Ayuntamiento, en el que se pensó en recuperar este espacio y convertirlo en el Archivo Histórico y Administrativo Municipal. Fue sólo una idea que quedó atrás, ya que ese archivo está hoy ubicado en el edificio del antiguo Banco de España, obra del prestigioso arquitecto Rafael Moneo.

También son conocidos los restos de la iglesia de Santo Domingo de Silos, dentro del recinto de la fortaleza de la Mota, en Alcalá la Real, y sobre los que hay un proyecto para su recuperación por parte del Gobierno de España, además de una 'pelea' municipal para que se convierta en un Parador Nacional. Dicho esto, de momento, su estado actual es de «bastante deterioro», según Hispania Nostra, con lo que se corre el riesgo de «derrumbe y expolio».

Fuera de la lista

En el lado contrario está la iglesia de San Lorenzo en Úbeda, que la asociación Hispania Nostra ha retirado de la lista roja por la intervención que comenzó en agosto de 2013 y que continúa. Se trata de una rehabilitación que están llevando a cabo manos privadas, a través de la Fundación Huerta de San Antonio. Dicha fundación firmó un convenio de cesión con el Obispado para tomar las riendas de este espacio, y sin ningún tipo de ayuda pública, han intervenido ya en el tejado y en los muros. Desde entonces se organizan actividades culturales en el interior de la antigua iglesia, que sirven a su vez para recaudar fondos y continuar con las obras.

Junto a este caso está también el de la iglesia de Santo Domingo de La Iruela, declarada Bien de Interés Cultural, y que se encontraba en peligro de hundimiento total. En 2011 comenzó una intervención para su limpieza y consolidación, financiada por la Junta de Andalucía, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento dentro del programa 'Jaén, Renacimiento del Sur'. Eso hizo que pudiera abandonar la lista roja.

El tercer y último elemento patrimonial, que de momento ha abandonado esa lista, fue la antigua prisión de Úbeda, aunque por motivos muy diferentes. Tras encontrarse en un estado de abandono y ruina con «acumulación de basura y vegetación», además de graves desperfectos en las cubiertas, en octubre de 2014 «tras varios intentos por parte de la población y de algunos partidos políticos para evitarlo, el edificio fue demolido en su práctica totalidad para construir edificios». «Aún se conserva la fachada, pero se desconoce si finalmente se respetará», concluye Hispania Nostra.

Otros dos puntos destacados dentro de la lista son dos puentes conocidos porque son habitualmente noticia debido a su estado de deterioro, a pesar de su valor. Uno de ellos es el Puente Mocho, situado entre Beas y Chiclana de Segura. Sobre este puente hay un compromiso por parte de la Junta de Andalucía para su rehabilitación de manera «inminente» con una inversión de 326.000 euros.

Este puente romano, de los siglos II-II, tiene una estructura de grandes dimensiones. En uno de sus arcos, bajo el que corre el agua del río Guadalimar, persiste una amenazante grieta. También está muy erosionado por su parte norte, la que recibe mayor fuerza de la corriente, con amenaza de derrumbe de los sillares que la comparten. Su construcción a base de aparejo de sillares a cuerda y tizón, además de alguna restauración medieval, denota la solidez que le ha permitido llegar hasta nuestros días. Sobre su suelo, el Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona) ejecutó hace unos años un firme de losa y mortero para preservar su desmoronamiento y hacer más fácil la utilización para el paso de rebaños y pastores.

Puente de Ariza

Es otro de los puntos patrimoniales sobre los que también existe un proyecto de recuperación, pero pasan los años, y a pesar de estar declarado Bien de Interés Cultural, en la categoría de monumento, sigue en avanzado estado de deterioro.

Las últimas noticias son que la Asociación Úbeda por la Cultura lleva ya recogidas en torno a 4.000 firmas destinadas a ayudar al Ayuntamiento ubetense en su compromiso de abanderar la búsqueda de alternativas y apoyos para el traslado del Puente de Ariza, única obra de ingeniería civil de Andrés de Vandelvira que se encuentra sumergida bajo las aguas del pantano del Giribaile.

A mitad de camino entre Linares y Úbeda, este puente, que data del siglo XVI, se sumió bajo las aguas del embalse del Giribaile en 1998 y solo sale a la luz cada vez que la sequía hace mella en el nivel de existencias.