El legado de Miguel Hernández descansará en la planta baja del Museo
de Zabaleta y podrá verse dentro de un año aproximadamente. Esa es, al
menos, la intención del alcalde de Quesada, Manuel Vallejo, que ya
trabaja en la musealización del espacio que ocupará la herencia del
poeta.
El regidor no quiere perder ni un segundo después de firmar con la
Diputación el convenio para la ejecución de las obras, por valor de
medio millón de euros. Según Manuel Vallejo, la herencia de Miguel
Hernández viajará desde la caja fuerte de un conocido banco catalán
hasta Quesada el verano que viene, tal y como se comprometió la familia.
Ahora queda por delante un duro trabajo para cumplir los plazos, ya que
el deseo del Ayuntamiento quesadeño es que el legado del poeta, que
estará integrado en el Museo Zabaleta, pueda visitarse antes de que
acabe 2014. “Hemos dado un fuerte empujón, pero debemos concretar el
correspondiente proceso de licitación y la posterior adjudicación de los
trabajos, tanto en lo que respecta al continente, con las obras de
adecuación, como al contenido mediante la museografía”, precisa.
Manuel
Vallejo explicó que se habilitarán seis salas, una entrada para recibir
a los visitantes y se recreará la celda de una prisión, para recordar
el paso del autor por diversas cárceles españolas, donde escribió obras
como las “Nanas de la cebolla” y en una de las cuales, en la de
Alicante, murió a los 31 años aquejado de una afección pulmonar
complicada con tuberculosis. Para musealizar la planta baja del
Zabaleta, la Diputación aportará este año 500.000 euros, después de que a
la inversión inicial de 200.000 euros sumara otros 300.000 euros extra
fruto de la liquidación del presupuesto de 2012, que hizo posible
incorporar numerosos remanentes para acometer actuaciones que
inicialmente no había previsto. “Estamos muy contentos y creemos que es
una oportunidad única para poner aún más en valor el Museo Zabaleta”,
señala el alcalde.