Las dictaduras y totalitarismos han sido martillo de la masonería y en especial los regímenes de Franco, Mussolini, Hitler y Stalin. En España, primero Primo de Rivera y después Franco que le dio el matarile definitivo, consiguieron aniquilarla. La provincia de Jaén fue una en la que más proliferaron las logias masónicas y de las más activas.
'¿Cómo es posible que haya quien piense que Jaén es tierra de hombres pasivos?”, se preguntaba Francisco Reyes, presidente de la Diputación, durante el acto de presentación del libro Secretos de la masonería en Jaén, cuyos autores son Luis Miguel Sánchez Tostado y José Manuel Higueras. Reyes precisó que esta obra “rompe con los tópicos de la resignación y el conformismo” de los jiennenses.
El libro, editado conjuntamente por las editoriales Entrelibros, de Linares, y Liberman, de Jaén, está dividido en cinco apartados en los que recoge información y la documentación que se conserva en el Archivo de la Guerra Civil de Salamanca sobre la masonería en la provincia de Jaén, con la simbología específica de las logias, la indumentaria, los rangos, ritos, sellos... y, algo único y excepcional: un listado con la identidad de más de mil masones, en el que figura el nombre real de cada uno, el simbólico, el grado, oficio y el municipio y la logia a la que pertenecía. Durante la presentación se proyectó un audiovisual sobre los contenidos, con fotografías y nombres de significativos e ilustres masones jiennenses entre los que, como destacó Luis Miguel Sánchez Tostado, hubo jueces, notarios, alcaldes, médicos o militares, como Joaquín Ruiz Giménez padre que fue ministro de Alfonso XIII, Roldán y Marín, Pedro Rodríguez de la Torre, Eloy Espejo García, García Requena, Federico Rodríguez García, Faustino Caro o la Real Sociedad Económica de Amigos del País. Sánchez Tostado resaltó que, si el siglo XIX supuso el apogeo de la masonería en España, en el siglo XX fue su decaimiento y extinción, algo que no se había producido nunca, dice, en ningún país democrático.