Los primeros cerezos de Torres ya florecen y el espectáculo coincide con la celebración de la Semana Santa, con lo que se solapan dos de los atractivos turísticos de este municipio de Mágina. El manto blanco, que cubre las cerca de cuatrocientas hectáreas de plantaciones de este árbol, gran parte en las faldas del Almadén, forman un tapiz natural de gran belleza, un espectáculo que atrae a numerosos visitantes.
En poco más de un mes, ya en mayo, comenzarán a recogerse las primeras cerezas, aunque es en la segunda quincena cuando la producción se intensifica en la cooperativa San Marcos, presidida por Francisca Reche. Si el tiempo no lo impide, se prevé una buena campaña, aunque los agricultores están preocupados.