Los trabajos de reconstrucción de la Torre de Perdigones, en la calle
Ondeanos, prácticamente han terminado. Esta primera fase ha contado con
una inversión cercana a los trescientos mil euros y se prevé una
segunda, con el fin de que albergue un centro de interpretación.
La restauración de la Torre de Perdigones, uno de los monumentos más
representativos de La Carolina, llega a su fin. La edificación, que
recuperó su altura original, acogerá próximamente un centro de
interpretación, ya que durante las obras aparecieron restos primitivos
como el crisol en el que se fundía el plomo, una espuerta especial con
la que se subían los lingotes de plomo hasta la cúspide, e, incluso, de
cerámica de la antigua fábrica de loza que existió en este solar, así
como zancas de la escalera primitiva, según explicaron los arquitectos
José Máximo Nieto Carricondo y Francisco Javier Sánchez Fernández.