La historia suele recrearse en las gestas de varones, pero hay mujeres que tuvieron un papel protagonista y, aunque poco conocidas, también dejaron una huella indeleble. Este
es el caso de las hermanas ubetenses Francisca y Beatriz de la Cueva y de la mística alcalaína Marina de la Cruz.
Son 38 nombres de mujeres españolas, tres de ellas jiennenses. Un ramillete que representa a las miles de españolas que participaron en los dos primeros siglos de la colonización de América. Las biografías de estas mujeres han sido recopiladas por la escritora malagueña Eloísa Gómez-Lucena en el libro Españolas del Nuevo
Mundo, editado por Cátedra. Se trata, a juicio de la autora, de un reconocimiento al papel de las mujeres en la conquista. No todas fueron ilustres ni de vidas ejemplares, pero supieron afrontar su destino y tuvieron un papel importante en el nuevo continente, ya que combatieron contra los indígenas, ayudaron a levantar ciudades, plantaron las primeras semillas europeas y fundaron hospitales y escuelas. Las hubo virreinas y gobernadoras como la ubetense Beatriz de la Cueva, místicas como la alcalaína Marina de la Cruz, y también letradas, empresarias, costureras, criadas, prostitutas y maestras.
Guatemala. Las hermanas Francisca y Beatriz de la Cueva eran hijas de Luis de la Cueva y San Martín, segundo señor de Solera, décimo señor de Torreperogil, y comendador de Bedmar y Albanchez, y de María Manrique de Lara y Benavides, hija del señor de Jabalquinto. Ambas eran sobrinas del duque de Albuquerque. Francisca de la Cueva, la mayor nació en Úbeda en 1500. Fue la primera esposa de Pedro de Alvarado. La ubetense, de salud delicada, falleció al poco tiempo de casarse y de llegar al Nuevo
La tercera jiennense es Marina de la Cruz, nacida en 1536 en Alcalá la Real como Marina Navas, en el seno de una familia muy humilde. Marchó con su marido a México y, a la muerte de este