Se esperabaa su vuelta a casa por Navidad pero se retrasará un poquito más. El San Juan Bautista Niño, conocido como San Juanito, de la Sacra Capilla de El Salvador de Úbeda «seguramente volverá a España en marzo», aunque está por determinar su ubicación «temporal» a la espera de que la Fundación Casa Ducal de Medinaceli adecue el lugar definitivo que ocupará en el templo ubetense, del que es propietaria así como de la obra, que regresará con la autoría ya confirmada de Miguel Ángel.
El director general de la Fundación, Juan Manuel Albendea, explicó que ha habido imprevistos que «han retrasado» más de lo que hubiera sido su deseo el proyecto museístico para su exposición en la sacristía. «La duda es dónde llevarlo hasta que pueda volver a la que fue su casa», apostilló.
Según añadió, no obstante, para marzo tendrán determinada esa ubicación temporal del San Juanito, que en la actualidad se encuentra en Venecia. A la vez, pretenden dar pasos para adaptar el destino final, la Sacra Capilla de El Salvador, donde la obra se encontraba hasta que fue destrozada en 1936 durante un asalto al templo, que fue utilizado como garaje al estallar la Guerra Civil. Precisamente, los daños provocados en la escultura motivaron en 1994 el envío de los 17 fragmentos que pudieron conservarse al Opificio delle Pietre Dure de Florencia, uno de los institutos de restauración más importantes del mundo y máximo especialista en piezas de mármol del Renacimiento toscano. Allí fueron objeto de una «complejísima restauración» que se dio por finalizada el año pasado.
Conclusiones
En junio, el resultado de esas labores fue expuesto en unas jornadas internacionales celebradas en la misma ciudad, en las que también se confirmó la autoría del genio italiano. El propio Albendea señaló entonces que el encargado de mostrar ese proceso fue Francesco Caglioti, catedrático de la Universidad Federico II de Nápoles. Lo hizo en una ponencia de la que destacó tres elementos, comenzando por esa intensa labor para recuperar el San Juanito, del que apenas se había logrado conservar el 40 por ciento tras el ataque. Eso, precisamente, suponía el principal reto y, de hecho, de los 19 años que permaneció en el citado instituto de conservación, 17 se dedicaron a «fijar los criterios» que debían guiar la restauración. «Decidir el método era lo difícil. La ejecución material se ha desarrollado en un año y medio», comentó.
En este sentido, aludió a la asunción de criterios internacionales para distinguir «lo nuevo de lo original», de manera que «se ha sido muy respetuoso con la legibilidad tanto de la obra completa como en la diferenciación de las partes». Además, subrayó el carácter vanguardista y pionero de este trabajo, en el que fueron necesarias las últimas técnicas digitales para conseguir reconstrucciones en 3D a partir de los fragmentos y de las fotografías en dos dimensiones, lo que requirió también la participación de empresas especializadas.
Junto a ello, el experto italiano abordó la cuestión de la autoría planteando diversos candidatos que fue descartando hasta quedarse con Miguel Ángel. Añadió que se había estado buscando en el San Juan Bautista Niño de El Salvador al Buonarroti «joven desde la visión del maduro», cuando en realidad no debía mirarse «desde el Cinquecento sino desde el Quattrocento» en que la esculpió. «La autoría de Miguel Ángel es inapelable», aseveró el director general de la Fundación tras la ponencia de Caglioti, que también ha publicado un artículo «en el que demuestra que el San Juanito es el San Juan Bautista Niño perdido de Miguel Ángel».
Por otro lado, el experto se refirió al «restablecimiento de la figura de Francisco de los Cobos como gran coleccionista». De hecho, según subrayó, fue el secretario ubetense de Carlos I «y no éste, quien introdujo a Tiziano en España». «Si le regalan obras como la que nos ocupa es porque los altos nobles saben de su pasión y conocimiento del arte», manifestó sobre el favorito del emperador, de la mano del cual llegó el San Juanito a la Sacra Capilla de El Salvador en la primera mitad del siglo XVI.
En Venecia
Desde el pasado 4 de diciembre y hasta el próximo 23 de febrero la escultura se encuentra expuesta en el prestigioso Museo di Palazzo Grimani de Venecia tras haber pasado por algún otro centro museístico como el propio Opificio delle Pietre Dure de Florencia o la Catedral de Bolonia, en base al compromiso adquirido por la Fundación Casa Ducal de Medinaceli con el gobierno italiano para mostrar la obra restaurada en dicho país, que ha aportado fondos para la restauración. Su exposición pública está teniendo bastante repercusión, viéndose en la ciudad de los canales gran cantidad de carteles anunciando la cita con el que se nombra como 'Il San Giovannino di Úbeda'. Esto ha supuesto una gran promoción para la ciudad ubetense, y más aún durante una temporada tan turística como la navideña.
Ahora se trabajará en un proyecto museístico para la exposición de la obra en uno de los laterales del emblemático templo ubetense, pues no se colocará en el altar mayor por motivos de conservación y porque hay que tener en cuenta muchas medidas de seguridad. Con el San Juanito como pieza central, el espacio mostrará otras obras como es el caso de un cáliz de oro de Carlos V, un arca veneciana o la reproducción del retablo de Berruguete que allí mismo fue arrancado y quemado en 1936.
Una vez en Úbeda aportará un plus a la ciudad Patrimonio de la Humanidad, convirtiéndose en un atractivo de obligada visita. No en vano, la localidad tendrá el único Miguel Ángel existente en España (aunque haya alguna otra atribución no confirmada, como una Flagelación del Museo Arqueológico de Madrid).
Una carta importante en el juego
El tiempo de espera en Úbeda coincidirá con la negociación que Fundación y Ayuntamiento deben concretar sobre el futuro del Palacio de Francisco de los Cobos, también propiedad de la Casa Ducal. Lógicamente, aunque de forma indirecta, el San Juanito estará presente en esas conversaciones, al menos en la mente de los interlocutores, siendo una carta importante que jugarán sus propietarios a la hora de suavizar la postura del Consistorio. Indudablemente, interesa que las relaciones sean fluidas y cordiales.
