El desarrollo de la industria minera en el distrito
jienense Linares-La Carolina ha sido, a lo largo de su historia, fuente
de riqueza para la zona en diferentes etapas de la historia. Desde la
explotación de los primeros filones de plomo en época prehistórica,
hasta el auge de esta industria a principios del siglo XIX, la minería
ha marcado el paisaje y las costumbre de localidades como Linares, La
Carolina, Guarromán o El Centenillo, que a día de hoy conviven con los
vestigios de un pasado próspero que recortan el horizonte a golpe de
grandes chimeneas y cabrias.
Una seña de identidad que ha unido a la comarca jienense
durante épocas, un referente en el desarrollo de la tecnología de la
industria minera desde mediados del siglo XVIII gracia a la llegada de
muchas empresas extranjeras, que vuelve a ser destacado a nivel mundial
como uno de los patrimonios industriales más importantes dentro del
desarrollo de la minería. La apuesta de numerosos colectivos sociales y
diferentes administraciones por poner en valor esta riqueza, y darla a
conocer a la humanidad, ha despertado el interés del director del
Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, ICOMOS, y que supone un
gran paso en las pretensiones del distrito jienense en convertirse en
Patrimonio de la Humanidad.
El impulso desarrollado desde la propia ciudadanía, a
través de colectivos como Proyecto Arrayanes, por proteger y difundir el
patrimonio minero de Linares-La Carolina como seña de identidad de
quienes viven en la zona y las costumbres de las diferentes localidades
del distrito, al que más tarde se han sumado las Administraciones, ha
supuesto la mejor carta de presentación de cara al exterior sobre la
riqueza que aguarda el subsuelo jienense. Recientemente, en un encuentro
sobre la recuperación del patrimonio industria celebrada en Dublín,
miembros de ICOMOS y ERIH, el organismo impulsor de una ruta europea a
través del patrimonio industrial más importante que se conserva, han
mostrado su interés por conocer de primera mano que se oculta entre el
mar de olivos de la provincia jienense.
El interés de dichos organismos supone «impulsar» la
candidatura del pasado minero linarense a convertirse en Patrimonio de
la Humanidad, especialmente con su inclusión dentro de la calificación
para las zonas de desarrollo de la tecnología Cornish. «El director de
ICOMOS quiere conocer la patrimonio de la zona en enero y febrero tras
solicitar el mismo la documentación sobre la tecnología y la historia
del distrito. El interés personal que el mismo ha mostrado es una buena
señal sobre las posibilidades que hay para poder impulsar la candidatura
con el apoyo de ICOMOS», destaca el concejal de Patrimonio del
Ayuntamiento de Linares, Daniel Campos, sobre la nueva puerta que se
abre a nivel internacional para promocionar la riqueza industrial
jienense.
De la mano de Cornwall
El distrito Linares-La Carolina iniciaba hace casi una
década su proyecto de candidatura para conseguir ser calificada por la
Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Desde el Ayuntamiento de
Linares, con el apoyo de Proyecto Arrayanes, se trabaja especialmente en
una de las tres vías abiertas para conseguir dicho objetivo, aquella
que les vincula con la localidad inglesa de Cornwall.
En 2006 los vestigios mineros de dicha localidad fueron
nombrados Patrimonio de la Humanidad, especialmente gracias al
desarrollo de una tecnología propia y característica, Cornish, que
quedaba reflejada en las diferentes construcciones industriales de la
zona. Una oportunidad histórica para Linares-La Carolina que, gracias a
la llegada de numerosos emprendedores extranjeros dispuestos a explotar
el plomo del distrito, comenzaron a utilizar esta tecnología en diversos
complejos mineros, como La Tortilla, donde aún se conservan los
edificios Cornish.
Desde entonces, el distrito jienense no sólo ha trabajado
por poder contar con una catalogación propia por parte de la Unesco
gracias a su gran recorrido histórico en la extracción del plomo a lo
largo de más de 4.000 años de historia, sino también en alcanzar dicha
catalogación de la mano de una candidatura transcontinental como es la
de Cornwall, pues existe la posibilidad de adherirse a ella gracias al
desarrollo de la tecnología característica de dicha zona.
Este nuevo proyecto pretende ampliar la declaración como
Patrimonio de la Humanidad de Cornwall a las zonas más significativas de
la minería Cornish, que iría desde Inglaterra a España, pasando por
otros puntos más alejados como Méjico, Australia y Sudáfrica. La
intención es que estas zonas queden englobadas dentro de la catalogación
realizada por la Unesco para Cornwall, pero para ello, debe existir una
propuesta por parte del Ministerio de Cultura británico al resto de los
países para iniciar la documentación.
La apuesta nacional
El intenso desarrollo de la industria minera en Linares-La
Carolina, donde se encuentran documentados más de 450 vestigios del
pasado industrial de la zona, ha llevado al distrito jienense a ser
considerado como una de las zonas mineras de mayor relevancia a nivel
nacional. De hecho, poco después de que se presentara la candidatura
propia a ser Patrimonio de la Humanidad al Ministerio de Cultura para su
aprobación antes de ser remitido a la Unesco, desde el Gobierno de
España se propuso una nueva candidatura, 'Minería Histórica en España'.
La propuesta, mucho más heterogénea que las otras dos
desarrolladas -la que incluye de forma individual al distrito jienense y
la que le vincula al desarrollo de la tecnología Cornish-, recoge junto
a las cuencas linarenses, los vestigios mineros de Huelva o Cantabria,
entre otras.
En concreto, Linares-La Carolina se incluye junto con otras
17 cuencas mineras españolas en la candidatura presentada por el
Gobierno de España a la Unesco, donde destacan hasta seis enclaves
mineros de Andalucía. Un proyecto amplio en el que, sin embargo, poco se
ha adelantado.
En este sentido, desde la Concejalía de Patrimonio del
Consistorio linarenses insisten que debe ser el propio Ministerio de
Cultura quien debe promover la candidatura para favorecer la
catalogación de los espacios mineros españoles como Patrimonio de la
Humanidad, un aspecto del que nada se ha sabido desde que se hiciera
público el proyecto, es decir, hace más de tres años. Por tanto, ni hay
nuevos pasos ni se les espera en un corto periodo de tiempo pues, como
destaca el edil de Patrimonio, la media de espera para este tipo de
reconocimientos es de 13 años, un periodo que se podría prolongar dada
la amplia candidatura aprobada por el Gobierno de España, que implicará
un estudio pormenorizado de explotaciones industriales muy dispersas y
con características dispares.
Mucha historia
La explotación de la minería en la comarca se calcula que
tiene al menos cuatro milenios de antigüedad. Ningún conjunto
patrimonial basado en la minería puede presumir de recoger tantas épocas
históricas, y además el distrito Linares-La Carolina es un caso
excepcional de singularidad industrial en un territorio tradicionalmente
dedicado a las labores agrícolas. Algo así como un islote de 120
kilómetros de radio lleno de chimeneas, cabrias y poblados mineros.
La explosión de la actividad vino de la mano de la
Revolución Industrial y los empresarios ingleses, sobre todo. En 1867 el
distrito ya era el mayor productor mundial de plomo, y el desarrollo
económico provocó una serie de cambios vertiginosos en la zona que han
provocado la actual configuración de estas ciudades. La llegada masiva
de trabajadores hizo que las poblaciones aumentaran considerablemente,
algunas como La Carolina llegaron a doblar su censo, y en Linares se
pasó en pocos años de villa a ciudad, con una población cinco veces
mayor (29.307 habitantes en 1875).
Algunos restos de esa época son bien visibles hoy en día,
como la Estación de Madrid o toda la zona centro desde la corredera de
San Marcos hasta el santuario de la Virgen de Linarejos, producto del
plan de ensanche creado para proporcionar nuevas viviendas que evitaran
el hacinamiento de personas, habitual por entonces.