La Asociación Plaza Vieja, en defensa de Úbeda, Patrimonio de la Humanidad, entregó ayer sus dos premios anuales, uno destinado a destacar labores en positivo en lo referente a la riqueza patrimonial y cultural ubetense y otro enfocado a dar un toque de atención por algo que este grupo de ciudadanos considera poco adecuado o acertado en el mismo ámbito. Así, se reconoció a dos instituciones que según el colectivo «se han destacado por sus muy diferentes grados, sensibilidades, puntos de vista o maneras de trabajar por la conservación del patrimonio histórico artístico, cultural, social y medioambiental de Úbeda».
El Premio Plaza Vieja 2013 se otorgó a la Fundación Huerta de San Antonio cuya iniciativa para dar solución a los problemas de la iglesia de San Lorenzo se ha visto concretada en un acuerdo con el Obispado de Jaén que ha permitido intervenir de urgencia para atajar el estado ruinoso de este deteriorado templo con la intención, a más largo plazo, de convertirlo en un centro cultural para uso y disfrute de todos los ubetenses y de todas las personas que visitan nuestra ciudad.
«Digerir la inversión»
Recogió el galardón uno de los patronos, Antonio Berlanga, quien aseguró que las obras de emergencia están a punto de concluir y que se llevarán una inversión de unos 300.000 euros, pagados a medias con el Obispado. Dijo que se ha conseguido consolidar el inmueble para evitar su ruina y que han aparecido muchos elementos desconocidos que marcan la historia y evolución del templo. Respecto al futuro, aseveró que 2014 servirá para «digerir» la inversión realizada y planificar todo lo que se hará en 2015, unas intervenciones que pretenden ir poniendo en valor los distintos espacios de San Lorenzo para ir dándoles uso de forma paulatina.
Tres patronos tiene la Fundación Huerta de San Antonio, los hermanos Nicolás, Antonio y Manuel Berlanga. El primero es alto funcionario de la Unión Europea y ocupa el cargo de jefe de la Delegación en Togo tras haber estado en Camerún y en Vanuatu. El segundo es Ingeniero Agrónomo en Úbeda. Y el tercero es responsable de una productora audiovisual con sede en Granada. Los tres decidieron poner a la fundación el nombre con el que se conocía a la huerta de su abuelo y, con ello, continuar y ampliar una serie de esfuerzos que ya venían haciendo. Su intención es trabajar en Úbeda pero desde un punto de vista abierto a otras culturas y a otras civilizaciones. Y también dar a conocer en Úbeda unos mensajes que sirvan para la integración de la gente que, cada vez más, viene del extranjero, mediante el intercambio cultural, la solidaridad y la tolerancia.
Casa Ducal
Respecto al Premio León de Chocolate 2013, Plaza Vieja lo otorgó a la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, propietaria del Palacio de Francisco de los Cobos, como receptora de una gran inversión pública para reconstruir un edificio histórico prácticamente en ruinas y, según el colectivo, como ejemplo de la distancia que existe entre lo que predica, «dar un uso cultural al edificio con la ubicación de la sede la UNED», y lo que hace, al poner trabas constantes a que este espacio, a medio acabar y actualmente inútil, sea destinado a que los ubetenses y el resto de jienenses puedan realizar estudios universitarios sin desplazarse a otras ciudades. A esta actitud de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, Plaza Vieja añadió «la inoperancia práctica de un alcalde que se comprometió hace dos años y medio en su programa electoral a desbloquear la situación». En este caso, nadie recogió el premio.
La asociación consideró que ambas fundaciones son dos ejemplos bien distintos de cómo se aborda el patrimonio de Úbeda: «una, como es la Huerta de San Antonio, creada para defender, proteger y dar un uso al patrimonio histórico-artístico de Úbeda, y otra, la Casa Ducal de Medinaceli, que en la práctica hace inútil el dinero aportado por todos en la restauración de su palacio y que pone todas las trabas posibles para impedir que pueda ser utilizado por los ciudadanos».