Las faldas de Sierra Mágina esconden un sinfín de secretos. Desde un paisaje natural que enamora al visitante hasta un amplio programa de actividades lúdicas programadas por los diferentes ayuntamientos que componen la comarca. Ahora, este espacio será conocido por arqueólogos voluntarios de diferentes puntos de España, que participarán en una campaña nueva. No saben si lo que se localizará tiene valor o no, pero la ilusión es máxima, tanto como la del alcalde de Bedmar, Juan Francisco Serrano. Son los voluntarios que forman parte del proyecto que, a partir del lunes, emprende la Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana, dependiente del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana. Comenzarán una nueva excavación en la zona lateral de la zona de la Serrezuela, en la denominada ya como Cueva de Bedmar, que según el regidor, solo “asoma” un poco a la vista.
“Nos podríamos encontrar ante un yacimiento de carácter excepcional del Paleolítico medio e, incluso, inferior, aunque todavía no tenemos constancia de su cronología”. Así reza la exposición de motivos del equipo investigador, que recuerda que uno de los objetivos de la campaña, que se prolongará durante los dos meses de verano, será valorar la importancia de los hallazgos, protegerlos y darlos a conocer.
Para lograrlo, Serrano explicó que una veintena de voluntarios llegarán, este fin de semana, al municipio para preparar la campaña junto al equipo de profesionales, que es de unas siete personas. De esta manera, durante los meses de julio y agosto se realizará una excavación arqueológica en el yacimiento, junto con labores de criba, laboratorio y gabinete. “Ojalá los descubrimientos que se realicen sean importantes y repercutan en el municipio”, esperó el alcalde.
Lo que hará el Ayuntamiento es facilitar toda la intendencia, desde mejorar el camino de acceso a la zona hasta facilitar las instalaciones públicas para que los voluntarios pasen el verano lo mejor posible. Porque a Juan Francisco Serrano no se le escapa que trabajar en Jaén en pleno agosto puede ser más que complicado por lo que se les ofrecerá, por ejemplo, el acceso a la piscina municipal o el alojamiento.
