Los datos hablan por sí solos. En 2013, si se suman las visitas de ambos monumentos y la bóveda del río Cerezuelo y la Casa de La Luz, han pasado por aquí más de 49.100 visitantes. La cifra ha superado a la del año anterior en 5.000 visitantes, que los han aportado el conjunto histórico, que sigue consolidándose frente al Castillo, buque insignia por excelencia del turismo.
Cazorla es sin duda uno de los lugares favoritos
para los viajeros y es que, según los últimos datos recogidos por
Toprural, buscador de alojamientos rurales líder en España, la localidad
fue la que más peticiones de reservas tuvo en 2013, unos datos que se
reflejan en el incremento del número de visitas que recibió el conjunto
histórico formado por las Ruinas de Santa María y la bóveda del río
Cerezuelo, que sigue consolidando su puesto de favorito.
De los miles de viajeros que el pasado
año llegaron a Cazorla, 19.160 decidieron hacer una parada de poco menos
de media hora para conocer en profundidad parte de la historia de la
localidad y realizar la visita guiada por las Ruinas de Santa María,
construidas sobre el río Cerezuelo y cuya bóveda puede ser visitada
desde hace varios años.
Desde que en junio de 2012 la Oficina de Turismo pasase a estar ubicada dentro de las Ruinas de Santa María, el casco histórico se ha visto rehabilitado, ya que son miles de turistas los que deciden acudir allí para recibir información de qué hacer en la localidad. Su situación estratégica fomenta la visita al conjunto histórico y a otros puntos de interés cercanos como la Casa de La Luz, compuesta por el Centro Temático Frondosa Naturaleza y el Centro de Interpretación de los Molinos Harineros; el Museo de Artes Costumbres Populares situado en el Castillo de la Yedra; y el Centro Temático de Especies Amenazadas. Además, está situada en el punto de partida de cuatro rutas para senderistas.
Respecto a los puntos álgidos de
visitas "se alcanzaron en Semana Santa, junio, agosto, noviembre y
diciembre, en la mayoría de los casos coincidiendo con festividades
y puentes", ha manifestado el técnico de la Oficina de Turismo de
Cazorla, Jesús Gómez, que ha insistido "en el aumento de visitas
respecto al año 2012, cuando se alcanzaron 14.398".
La oficina, que está abierta todo el año, ofrece
visitas guiadas por las Ruinas de Santa María y la bóveda del río
Cerezuelo a 2 euros. En el caso de que quieran conocer la Casa de La
Luz, sería un euro más.
CASTILLO
La otra pata es sin duda el castillo, tándem perfecto junto con Cazorla para entrar por el ojo de los viajeros nada más divisar a lo lejos la ciudad. Declarado Bien de Interés Cultural en 1993 siempre ha sido la imagen turística por excelencia de la localidad, una posición que desde hace unos años comparte con el conjunto histórico de las Ruinas de Santa María y la bóveda del río Cerezuelo.
La otra pata es sin duda el castillo, tándem perfecto junto con Cazorla para entrar por el ojo de los viajeros nada más divisar a lo lejos la ciudad. Declarado Bien de Interés Cultural en 1993 siempre ha sido la imagen turística por excelencia de la localidad, una posición que desde hace unos años comparte con el conjunto histórico de las Ruinas de Santa María y la bóveda del río Cerezuelo.
Lejos de caer en número de visitas,
durante los últimos años el Castillo de la Yedra sigue superando la
cifra de visitantes del año anterior. Así, en 2013 visitaron esta
fortaleza más de 30.000 personas, cifra que no se alcanzó en 2012 a
pesar de que estuvo más horas al año abierto, debido a que el horario de
verano no se redujo hasta el pasado año.
Principalmente, el Castillo es visitado
por turistas españoles aunque durante los últimos años se va
incrementando el porcentaje de turistas extranjeros. Con respecto a los
últimos datos se podría decir que hubo más de un 90 por ciento de
visitantes españoles y el resto de extranjeros, que proceden
preferiblemente de Holanda, Alemania y Gran Bretaña.
La entrada es totalmente gratuita para
españoles y miembros de la Unión Europea, sin embargo los
extracomunitarios tienen que pagar 1,5 euros.
ACTIVIDADES
El encanto de este monumento histórico se complementa durante el año con actividades culturales como la celebración de la noche de La Tragantía, un hecho en el que participan cientos de personas y que rememora la leyenda de la aparición de la mujer-serpiente (la Tragantía), que mora en el Castillo de la Yedra durante el resto del año y aparece en San Juan para cobrar su "venganza" por las calles de Cazorla, sorprendiendo a vecinos y visitantes.
El encanto de este monumento histórico se complementa durante el año con actividades culturales como la celebración de la noche de La Tragantía, un hecho en el que participan cientos de personas y que rememora la leyenda de la aparición de la mujer-serpiente (la Tragantía), que mora en el Castillo de la Yedra durante el resto del año y aparece en San Juan para cobrar su "venganza" por las calles de Cazorla, sorprendiendo a vecinos y visitantes.
Situado en la parte inferior del cerro
de Salvatierra, sobre el río Cerezuelo, la construcción data de la época
bereber, aunque a lo largo de los siglos los cristianos terminaron de
darle su configuración definitiva, por lo que predominan así tanto los
rasgos musulmanes como el estilo gótico. Además del propio encanto del
castillo, dentro se alberga el Museo de Artes y Costumbres Populares
Alto Guadalquivir. Está dividido en dos secciones muy diferenciadas, una
de ellas de historia y otra de Artes y Costumbres. La de historia,
ubicada en la Torre del Homenaje, consta de tres salas. En la primera se
ha instalado una capilla con un Cristo románico-bizantino de tamaño
natural montado en cruz de madera de ciprés, doce pinturas anónimas
(Siglo XVII) que representan a los Apóstoles y una talla barroca del
obispo San Ambrosio. La segunda planta o sala de armas está decorada con
panoplias en forma de escudo con diversas armas: espadas, ballestas,
hachas., dos armaduras y arcones tallados, así como mobiliario de los
siglos XVI y XVII. La tercera planta o sala noble, es la que
arquitectónicamente más destaca por su terminación en una bóveda de
crucería gótica y sus ventanales de arcos apuntados con parteluz,
también gótico. Está decorada con tres tapices flamencos del siglo XVII,
firmados por Ian Raes y cuatro bargueños formando conjunto con sus
correspondientes mesas del siglo XVIII. La sección de artes y
costumbres, consta de otras tres salas que albergan paneles con útiles
de labranza, así como dos maquetas que representan la recolección de
aceituna y del cereal, aperos y utensilios agrícolas, maquetas de
molinos de aceite y restos de cerámica árabe.