El Centro Tecnológico, Metalmecánico y del Transporte (Cetemet) trabaja desde hace unas semanas en el proceso de digitalización de la escultura del león encontrada durante las excavaciones en el yacimiento arqueológico de Cástulo. En concreto, son dos los departamentos implicados en el proceso. El de metrología se encargó de la primera fase que, según explica su responsable, Pedro Valcárcel, consistió en la toma de datos de la pieza. “Lo que hemos hecho es, básicamente, convertir la escultura del león en una nube de puntos con un archivo informático”, manifiesta Valcárcel.
Ahora arranca una segunda fase, que, según matiza, es más complicada. Consiste en un proceso de ingeniería inversa. La denominación de esta técnica responde a que es un procedimiento opuesto a los habituales, de manera que, en lugar de partir de datos técnicos para crear un producto físicamente, se obtiene la información y el diseño a partir de uno que ya está creado.
“Ahora, a través del departamento de I+D de Cetemet, se trabajará para unir superficies y planos entre cada uno de los puntos”, asevera el responsable del departamento de metrología. De esta manera, el resultado final será un archivo informático, que se podrá reproducir desde cualquier medio tecnológico preparado para ello, como puede ser una impresora en tres dimensiones.
En lo que al procedimiento de toma de datos se refiere, intervinieron dos analistas, dos metrólogos, mientras que en el de la ingeniería inversa irá en función de cómo avance el trabajo. “Todavía no lo podemos decir con seguridad, pero estimamos que entre dos o tres personas, dependiendo también del tiempo. Tampoco hay una fecha clave para la conclusión de la digitalización, lo que es mucho mejor para que quede un trabajo bien hecho y de calidad, más que uno rápido”.
Por el momento, y debido a la complicación del software con el que han comenzado los trabajos, no se aventuran a hacer previsiones sobre la fecha en la que podría estar terminado el proceso.
Una labor que dista en parte de lo que supone el día a día en el Centro Tecnológico, Metalmecánico y del Transporte. “En Cetemet tenemos, por ejemplo, un proyecto internacional de recuperación de rejería del Renacimiento y cosas de este tipo, pero siempre vinculadas con el sector del metal. Para mí, en mis 25 años como metrólogo, es la primera vez que trabajo en un proceso de este tipo”, apunta Valcárcel. Aun así, reconoce que, aun siendo nuevo, la técnica y el método no deja de ser el mismo: “Para nosotros nos supone lo mismo medir una vasija romana que un faro de un coche. Lo único que es muy bonito trabajar en la pieza por no haberlo hecho nunca en una escultura de este tipo”.
De esta forma, como centro tecnológico basado en la innovación, apuestan, dentro de los medios con los que cuentan a su alcance, por abrir nuevos campos, “y esto no deja de ser una innovación dentro de nuestra andadura”.