Comienza a tomar cuerpo la iniciativa de crear y señalizar una ruta literaria y biográfica dedicada al escritor y académico ubetense Antonio Muñoz Molina, último Premio Principe de Asturias de las Letras, con la que se pretende identificar lugares relacionados con su vida y con su obra, formando un itinerario a seguir a través de la edición de una serie de mapas. Todo ello mediante unas placas de homenaje que en principio fueron de cartón y que empiezan a sustituirse por otras de cerámica para que queden definitivamente.
La idea se promueve desde el estudio Oyarkandal que dirige el pintor y escultor salvadoreño afincado en Úbeda, Mauricio Jiménez Larios, y que está situado en la plaza de San Lorenzo, lugar tan relacionado con Muñoz Molina. La intención es disponer de una veintena de azulejos, como los que tradicionalmente se ponían para denominar las calles, divididos en dos tipos: biográficos para marcar lugares importantes en la vida del autor, y literarios para marcar emplazamientos que aparecen en su obra referentes a la Úbeda que él llamó Mágina.
De realizar las placas cerámicas se está encargando Alfarería Alameda, donde los hermanos Alberto y Paco están reproduciendo los antiguos azulejos de las calles ubetenses, adaptando los diseños a esta iniciativa. Ya hay tres placas colocadas en sus respectivos lugares (en la casa de la avenida de la Constitución donde nació y en las casas de las calles Chirinos y Fuente Risas donde vivió parte de su infancia), una cuarta se pondrá en breve (en Safa, donde cursó sus estudios de primaria) y el resto se irán distribuyendo paulatinamente, conforme estén terminadas (por ejemplo en el instituto San Juan de la Cruz, donde estudió Bachillerato).
Mágina en Úbeda
Las ya citadas son las biográficas. Y el resto corresponderán a lugares a los que se dará la denominación ficticia que tienen en Mágina: la Plaza del General Orduña (actual plaza de Andalucía), el Bar Monterrey (una zapatería en los portalillos de la misma plaza), la Clínica del Doctor Mercurio (una librería infantil situada más abajo), la Comisaría de Policía en la que trabajaba el Subcomisario Florencio Pérez (antigua jefatura de la Policía Local también en la plaza), Tejidos el Sistema Métrico Decimal (en la Trinidad), la sede del Periódico Singladura en el que escribía Lorencito Quesada (en la calle Obispo Cobos), el Bar Martos (calle Santiago/Explanada), la Calle del Pozo (calle Condestable Dávalos), la Casa de las Torres (en la plaza de San Lorenzo con alusión a la leyenda de 'La Emparedada'), el Hotel Consuelo (en la avenida de Ramón y Cajal), la Calle de la Cárcel (calle Juan Ruiz González)... Lógicamente, en la esquina del azulejo, en lugar de poner Úbeda figurará Mágina.
Suscripción popular
La intención es pagar este guiño a Antonio Muñoz Molina mediante suscripción popular para que sean sus propios paisanos quienes dejen constancia de la huella del escritor en la ciudad. Para ello se ha habilitado una cuenta bancaria denominada 'Mágina, ruta literaria' (Unicaja 2103 0355 90 0030008732) en la que todo el que lo desee puede hacer su aportación por pequeña que sea. El dinero servirá para sufragar el coste de los azulejos, de su instalación y de los impresos y mapas que marcarán la ruta sobre papel y que se distribuirán desde el sector turístico. Ya se han recibido aportaciones e incluso hay casos de plena colaboración, como el de Safa que se ha ofrecido a pagar la placa que irá en el centro educativo.
Precedente
La iniciativa tuvo un precedente el pasado 25 de octubre de 2013. Mientras Antonio Muñoz Molina se encontraba en Oviedo recogiendo su Príncipe de Asturias, a 631 kilómetros de distancia en línea recta sus paisanos celebraban y compartían este importante reconocimiento con un sencillo homenaje que consistió en transformar simbólicamente Úbeda en Mágina, nombre con el que el autor retrató su ciudad natal en algunas de sus obras más conocidas.
De esta forma, se colocaron diferentes placas, de cartón y simulando las tradicionales de cerámica, en lugares a los que se les dio la denominación ficticia que tienen en Mágina. Desde entonces y hasta hoy, algunas de ellas han desaparecido por el viento o la lluvia, motivo por el que se pondrán los azulejos para que la huella de Muñoz Molina quede marcada para siempre y pueda ser encontrada por ubetenses y visitantes.