El Mosaico de los Amores, uno de los hallazgos más
espectaculares que ha dado hasta el momento el yacimiento arqueológico
de la ciudad ibero-romana de Cástulo, en Linares (Jaén), podrá volver a
verse "en aproximadamente mes y medio", tras la instalación de una
cubierta para protegerlo.
Así lo ha indicado el concejal de Patrimonio, Daniel
Campos, quien ha recordado que el descubrimiento de esta pieza de
finales del siglo I o principios del II después de Cristo se produjo en
el verano de 2012 en el marco del proyecto de investigación 'Forum MMX'.
Su buen estado de conservación, que permite disfrutar de escenas con un
gran colorido, se convirtió desde el principio en un importante
atractivo, de modo que el año pasado se cerró con unos 40.000 visitantes
frente a los "en torno a 2.500 anuales que había en 2010, cuando se
empezaron a contabilizar".
En este sentido y pensando precisamente en el mantenimiento
del mosaico, que podía verse directamente, "se tapó hace unos tres
meses" para la colocación de una cubierta mediante la cual quede
protegido tanto del efecto del paso de gente como de las condiciones
meteorológicas, como la lluvia que podrían erosionarlo.
"Es un proyecto financiado por la Diputación de Jaén, que
adjudicó las obras en diciembre del año pasado. En este tiempo, se ha
tramitado la licencia municipal y estamos en la fase de taller, donde se
está realizando la estructura metálica", ha comentado. Después, se
colocará sobre unas bases de cemento en el propio yacimiento y "en un
mes y medio aproximadamente" se podrá volver a disfrutar de él, según ha
añadido el edil, que ha resaltado, en cualquier caso, que el sí se
puede conocer el resto del yacimiento así como el centro de recepción de
visitantes.
El Mosaico de los Amores es de una pieza gran calidad con
teselas de tamaño muy pequeño, algo que suele ser propio de las primeras
etapas altoimperiales y que aparecen con frecuencia, por ejemplo, en
los de Pompeya. Además, llama la atención el uso de pasta de vidrio que
da las tonalidades en rojos, verdes y azules. También lleva a esa etapa
imperial la importante franja compuesta por un reticulado de motivos
geométricos y en tonos más blancos, negros y rojos, además de los
propios motivos que lo decoran.
Con un destacable realismo y muy bien perfiladas en tonos
oscuros para que destaquen del fondo, aparecen figuras de animales, como
el león, jabalí o venado. Sobresale, igualmente, la recreación de dos
mitos: el del juicio de Paris y el de Selene. Este tipo de mosaico se ha
localizado sobre todo en el sur del Mediterráneo, como en el norte de
Marruecos o Sicilia, lo que induce a pensar en una relación directa de
Cástulo con esa zona.