Al pensar en Zabaleta, la primera imagen que viene a la mente es, siempre, la estampa de sus campesinos a todo color, con su piel anaranjada y campos tintados en mil tonos. Quizá sea esa una de las razones por la que más sorprenda o incluso “choque” la exposición del artista quesadeño que se acaba de inaugurar en el Palacio Provincial
. Bajo el sencillo título de Dibujos recoge cerca de medio centenar de obras realizadas a lápiz y tinta china. Pero, también es interesante porque son trabajos que el Museo Zabaleta conserva en sus fondos y solo cuatro de ellas forman parte de la colección permanente. Así, es un Zabaleta bastante desconocido, como puso de relieve el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, que inauguró la exposición junto al alcalde de Quesada, Manuel Vallejo, el consejero director del Instituto de Estudios Giennenses (IEG), Pedro Galera, el director de Publicaciones de la Universidad de Jaén, José Marín, y el artista y crítico Miguel Viribay, comisario de la exposición. Para él, esta muestra “recoge obras pequeñas y delicadas”, con las que convivir, asequibles al hombre y a la naturaleza de lo cotidiano, realizadas “desde lo más íntimo de Zabaleta, desde Quesada”.
Como es habitual en el quesadeño las obras pertenecen al mundo rural, con sus personajes, cultura y costumbres, que se reflejan en paisajes, retratos, dibujos sobre animales y labores del campo e, incluso, bocetos de cuadros destacados como “El niño de la liebre”. “Nos ofrece una oportunidad única de adentrarnos en una parte de la obra de este pintor desconocida por el gran público, pero no por ello menos interesante y fundamental para profundizar en su legado, que no podría entenderse sin sus dibujos”, señaló Reyes.
