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domingo, 17 de abril de 2016

Diario Jaén:La batalla de Baécula ocupa el lugar que le corresponde


La batalla de Baécula, con los datos que tenemos ahora —antes eran sucintos, con tan solo tres páginas de autores romanos— se puede reconstruir en una novela. No digo que lo haga yo, que últimamente he novelado muchas, pero tampoco lo descarto porque interesante es”. Así se expresó el escritor Juan Eslava Galán durante la presentación de “La Segunda Guerra Púnica en la Península Ibérica. Baécula, arqueología de una batalla”. Un trabajo que consideró impecable, en el que se han utilizado las técnicas más modernas: “Se nota que la Universidad de Jaén es joven, que no se encuentra viciada y está al día en técnicas arqueológicas y demás. Y eso ha repercutido en el trabajo”.

Una obra con una importancia, subrayó Eslava Galán, tremenda. “La batalla de Baécula, que ni siquiera Jaén la tenía en cuenta, antes era un pie de página en la historiografía española, ahora es un capítulo entero gracias a la investigación de la UJA”, afirmó.

Por su parte, Arturo Ruiz, director del Instituto de Arqueología Íbera y uno de los profesores coordinadores de la obra, junto con Juan Pedro Bellón, Manuel Molinos, Carmen Rueda y Francisco Gómez, recordó que el trabajo, que comenzó en el año 2002, tendrá continuidad. “Ahora hemos terminado una fase, que es la que confirma la batalla de Baécula, pero la idea es seguir trabajando en la Segunda Guerra Púnica en toda la provincia, que básicamente fue el escenario de este enfrentamiento”, manifestó.

La importancia de la obra, que sitúa el combate en Santo Tomé, radica, en su opinión, en la metodología utilizada, que ahora se aplicará a otros estudios, y en la posibilidad de utilizar la batalla de Baécula como un recurso para la provincia si se sabe utilizar bien, “puesto que es la batalla más antigua encontrada en Europa Occidental, y es la primera de la Segunda Guerra Púnica con personajes tan importantes como Escipión o Asdrúbal Barca, por lo que tiene una potencialidad enorme para el turismo cultural y la construcción de rutas de tipo patrimonial”.

Por último, el rector de la Universidad de Jaén, Juan Gómez, anunció que la obra se presentará en el Museo de Arqueología Nacional, como ya se hizo con “Jaén, tierra íbera”, la próxima semana.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Un investigador asegura que Baecula es el campo de batalla más antiguo de Europa


El investigador Juan Pedro Bellón asegura que Baecula, en la provincia de Jaén, "es el campo de batalla más antiguo que se conoce en el entorno del Mediterráneo y en el ámbito europeo".

Bellón ha presentado, junto al subdirector del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica, Manuel Molinos, los resultados obtenidos tras la última campaña de prospecciones y excavaciones arqueológicas en ese campo de batalla.

Durante la última campaña de excavaciones se ha incrementado la superficie del campo muestreada, con lo que han obtenido más información y de mayor calidad y han hallado armas, monedas, utensilios e impedimenta del ejército.

"Este es un proyecto espectacular porque te da la posibilidad de detectar en el territorio un instante, y de determinar qué ocurrió en un momento y un lugar concreto en el que se encontraron romanos, iberos y púnicos", ha explicado Manuel Molinos.

Una parte significativa en la última campaña de trabajo arqueológico del proyecto Baecula ha sido la realización de sondeos en la cima del Cerro de las Albahacas, donde se sitúan los campamentos de Asdrúbal Barca (el campamento cartaginés que fue atacado por los romanos) y el campamento de Escipión (que establecieron los romanos tras la batalla en la misma zona).

Los restos localizados con los sondeos indican la existencia de estructuras asociadas al campamento donde se realizaban labores de reciclaje de materiales recogidos del campo de batalla, y donde posiblemente se preparaban los materiales para el abastecimiento del ejército.

Por otro lado, Bellón ha explicado que los restos de cerámica ibérica hallados muestran signos de violencia, fueron destruidos intencionadamente y se hallan un estado de conservación excepcional.

"Todo ello indica que tras la batalla el ejército romano saqueó los almacenes de la ciudad de Baecula para aprovisionarse de todo tipo de productos y que posteriormente destruía los recipientes que se usaban para almacenarlos, como ánforas, kalathos y urnas globulares", ha señalado.

Una de las formas de saber el movimiento de tropas en el campo de batalla se ha hecho a través de las tachuelas de las zapatillas romanas, que solían llevar aproximadamente unas 24 por calzado, y que se iban cayendo.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Noticia IDEAL:Finalizan la última prospección del campo de la Batalla de Baécula con nuevos hallazgos


El Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica (IAI) dio por finalizada el pasado mes de septiembre la prospección de campo perteneciente a la segunda fase del proyecto de investigación que lleva a cabo sobre la Batalla de Baécula (208 a.C.) en Santo Tomé (Jaén), descubriendo nuevas pistas para el estudio del conflicto bélico.

Así lo ha indicado este organismo de la Universidad de Jaén (UJA) en una nota en la que ha recordado que esta batalla disputada en la Península Ibérica por el control del Alto Guadalquivir supuso un punto clave en el avance romano en la Segunda Guerra Púnica y "ofrece un contexto único para su investigación y análisis arqueológico".

La primera fase de este proyecto, que se inició en 2006 y contó con el uso de tecnologías de geolocalización de última generación, permitió localizar el escenario exacto de la lucha entre cartagineses y romanos así como los campamentos de ambos ejércitos, liderados por Asdrúbal Barca --hermano de Aníbal-- y Escipión El Africano, respectivamente.

En esta segunda fase, el IAI tiene como objetivos conocer más en detalle el desarrollo de la Batalla de Baécula e incidir en los descubrimientos previos. El director del proyecto, Juan Pedro Bellón, ha explicado que parece que "a pesar del paso del tiempo, milagrosamente siguen apareciendo restos arqueológicos de la destrucción violenta de los campamentos durante la batalla".

"Es difícil localizar armas completas pero hemos hallado otras piezas significativas como ánforas destruidas, monedas o vestigios de ruedas de carro y atalaje de caballos. El descubrimiento de estos materiales nos permite no sólo aumentar el patrimonio arqueológico de la provincia de Jaén sino también profundizar en el conocimiento sobre la Batalla de Baécula y convertirnos en un referente internacional para este tipo de estudios", ha comentado.

Este Proyecto General de Investigación de la Junta de Andalucía se enmarca dentro de los objetivos de otro proyecto del área I+D del Ministerio de Economía y Competitividad y, para el desarrollo de esta segunda fase, ha contado con diez participantes de distintas universidades públicas, concretamente alumnos y profesores expertos en áreas como arqueología, sistemas de información geográfica o químicos.

El Instituto Universitario de Arqueología Ibérica tiene previsto dar a conocer los últimos descubrimientos de la excavación de la Batalla de Baécula en el Workshop 'Dando sentido a la prospección arqueológica', que se celebrará en la Universidad de Jaén los días 13 y 14 de noviembre.

martes, 8 de abril de 2014

ABC-El principio del fin de Cartago fue Santo Tome (Jaén)


Tras largos años de trabajo, un equipo de investigadores españoles de la Universidad de Jaén ha conseguido toda una hazaña arqueológica: identificar el lugar exacto de labatalla de Baecula, librada hace más de 2.000 años entre romanos y cartagineses en la provincia de Jaén. Gracias a un Sistema de Información Geográfica (SIG), los arqueólogos han logrado reconstruir paso a paso la batalla, los avances de las tropas, las escaramuzas cuerpo a cuerpo y la situación de los campamentos de ambos bandos.
"Entonces Escipión da orden a los vencedores de lanzarse sobre el centro de la formación, reparte con Lelio las tropas restantes y le manda rodear la colina por el lado derecho hasta encontrar un camino de subida menos pendiente; él describiendo un pequeño arco por la izquierda, se lanza sobre el flanco enemigo".
De esta forma tan gráfica, el historiador romano Tito Livio describe la estrategia de combate de Publio Cornelio Escipión, el Africano, durante la cruenta batalla de Baecula, librada contra un ejército cartaginés de más de 20.000 hombres comandado por Asdrúbal Barca, hermano del mismísimo Anibal. Estamos en el año 208 Antes de Cristo y esa batalla supone, precisamente, el primer gran enfrentamiento de Escipión contra los cartagineses después de tomar el mando del ejército de Roma en la Península Ibérica. La batalla forma parte de la Segunda Guerra Púnica y resultó clave para el dominio del Mediterráneo hace ya más de 2.200 años.
Gracias a una estrategia envolvente, y a pesar de que el enemigo se había instalado en lo alto de una meseta protegida por dos escarpados riscos en sus flancos y un río en la retaguardia, Escipión logró vencer a Asdrúbal, que tras su derrota no tuvo más remedio que huir al norte, hacia los Pirineos, para desde allí penetrar en las Galias y preparar después un ataque contra Roma. Fue el principio del fin del dominio cartaginés sobre la Península Ibérica.

El lugar de la batalla

Pero, ¿dónde se celebró exactamente esta importante batalla? ¿Y dónde están sus restos? Basándose en las prolijas descripciones de Tito Livio y Polibio (ver recuadro adjunto), se pensaba hasta ahora que el escenario se encontraba muy cerca de Bailén, pero un equipo del Instituto Andaluz de Arqueología Ibérica (CAAI), de la Universidad de Jaén, dirigido por Arturo Ruiz y Juan Pedro Bellón ha conseguido, tras largos años de investigación y la ayuda de las más modernas tecnologías, determinar que el escenario exacto de la batalla fue elCerro de las Albahacas, en el término municipal de Santo Tomé (Jaen). La revista Archaeology acaba de publicar un extenso artículo sobre la investigación.
Ha sido un esfuerzo titánico. En palabras de Arturo Ruiz, "una labor de detectives que nos ha llevado largos años de búsqueda y para la cual no teníamos más que los textos históricos". Amplias zonas del valle del Guadalquivir tuvieron que ser rastreadas en busca de coincidencias con las descripciones de Tito Livio y Polibio. "Utilizamos incluso Google Maps para buscar las zonas que mejor encajaban con lo que andábamos buscando". Hubo que descartar por lo menos una docena de localizaciones hasta encontrar un lugar (el cerro de las Albahacas) que coincidía punto por punto con las descripciones históricas y que parecía ser el candidato perfecto para ser el tan buscado campo de batalla. Pero había que demostrarlo.
Para completar el estudio, los arqueólogos del CAAI barrieron el cerro (una superficie de 40 hectáreas) durante cinco años más (entre 2006 y 2010) con detectores de metales y referenciaron la posición de cada objeto individual con GPS. Al final de la quinta campaña de prospección, el equipo de la Universidad de Jaén había recopilado 6.123 restos metálicos. Entre ellos, puntas de flecha y de lanza, diversos utensilios y, lo que sería más importante para la investigación posterior, un gran número de las tachuelas metálicas con las que los soldados romanos reforzaban sus sandalias.
Los romanos, en efecto, llevaban remaches de hierro incrustados en las suelas de cuero, para mejorar el agarre y limitar el deterioro del calzado durante las largas marchas. Pero esas pequeñas piezas, llamadas clavi caligarii, se desprendían con facilidad y quedaban sembradas por los campos que el ejército cruzaba. Al no tener un gran valor material, los remaches han permanecido in situ durante largos siglos y han podido ser localizados ahora por los detectores de metales de los arqueólogos. Son precisamente esas pequeñas piezas las que indican la localización de los campamentos, las rutas seguidas por los soldados y, lo que es más importante, los lugares donde tuvieron lugar las batallas.
El equipo tenía ahora una enorme cantidad de material recopilado, y cada una de las piezas encontradas localizada con precisión en un mapa. "Fue entonces -explica a ABC Arturo Ruiz- cuando tuvimos la idea de recoger toda esa información en un Sistema de Información Geográfica (SIG), lo que nos proporcionó una visión de conjunto que antes no teníamos, y la posibilidad de hacerles preguntas concretas a los datos".
El software elegido fue Geomedia Professional, de Intergraph,compañía que inmediatamente se interesó por el proyecto y prestó todo el apoyo técnico y logístico necesario para su realización. Se creó una completa base de datos con cada una de las piezas debidamente georeferenciada y comenzó la que puede considerarse la fase decisiva de la investigación.
Resultó que la zona con mayor concentración de restos estaba, precisamente, en la parte más alta de la colina, y rodeada, como dicen los antiguos textos, por un ribazo muy abrupto. Era el campamento de Asdrúbal. Segmentando la información en el SIG, los investigadores comprobaron que era precisamente aquí donde se concentraba la mayor parte de los clavos y otros utensilios usados para el montaje de las tiendas.
De la misma forma, los arqueólogos pudieron determinar, a partir del número y la distribución de las tachuelas sobre el terreno, cuáles fueronlos movimientos de las tropas romanas durante el ataque, dónde se concentró el grueso del ejército de Escipión e, incluso, dónde tuvieron lugar los combates cuerpo a cuerpo. De pronto, como si se superpusiera una transparencia sobre un mapa, todo coincidía a la perfección y los ecos de la batalla de Baecula, más de 2.200 años después, volvía a resonar en el cerro de las Albahacas.
El equipo de Arturo Ruiz ha podido así reconstruir paso a paso los acontecimientos. Las tachuelas de las sandalias, los dardos, las fíbulas y las bullas revelaron la situación del campamento romano. La cerámica, las monedas y los restos de empalizada del campamento cartaginés, así como el lugar exacto, en lo alto de la colina, al que Asdrúbal trasladó a sus tropas para defenderse de la amenaza. Las tachuelas de las sandalias romanas y su distribución han permitido reconstruir con detalle el avance de las tropas y ponen de relieve la estrategia de "tenaza" utilizada por Escipión el Africano para rodear a su enemigo.
El "proyecto Baecula", sin embargo, no está cerrado. "Seguimos trabajando -explica Ruiz-, buscando más restos, más datos de campo y profundizando en los pormenores de la batalla. Quedan aún algunos interrogantes por resolver, y mucho trabajo por delante".