Abandonaron las fangosas aguas de su particular pantano, del que surge ese blues crudo y desgarrador, el sonido que los hace únicos, para sumergirse en las —imaginarias— de los Baños Árabes. Un singular escenario para volver a la capital pocos meses después de su último concierto, el que ofrecieron en la sala Iroquai en noviembre de 2013. Pararon de nuevo su incombustible gira y lo hicieron por una buena razón: promocionar Jaén en julio, los cinco festivales que se celebran en la provincia.
Ellos, de hecho, tocan en el Blues Cazorla. Y el pasado, lo hicieron en el Vértigo. Un aperitivo más que suculento de lo que son capaces de hacer sobre el escenario fue lo que regalaron a los cientos de seguidores que se adentraron en La Magdalena para escucharlos. Y no defraudaron. No en vano, son la banda del momento. Tras volver cargados de los Premios Independientes de la Música y enlazar un directo con otro, este fin de semana tienen tres más:Los Escullos (Almería), Salobreña (Granada) y Estepona (Málaga).