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lunes, 3 de julio de 2017

Noticia IDEAL:14 años mirando al patrimonio


EL pasado mes de noviembre un vecino de Úbeda dio comienzo a las obras de la que iba a ser su nueva vivienda, una vez que estuviera totalmente rehabilitada. Cuando echaron abajo el primer tabique, los obreros se quedaron paralizados. No daban crédito a lo que habían encontrado. Una portada renacentista de grandes dimensiones estaba detrás. El propietario paró de inmediato las obras y puso en conocimiento de la autoridad competente, el Ayuntamiento de Úbeda, lo que había encontrado. Tiempo después, el análisis de los expertos ha dejado claro el gran valor arquitectónico, artístico e histórico del pórtico que apareció por sorpresa.

Ahora, el vecino que iba a rehabilitar la casa para convertirla en su vivienda, está barajando la posibilidad de convertirse en empresario turístico. Ha presentado un proyecto de obra en el Ayuntamiento, enfocado a la puesta en valor del pórtico, y está estudiando la posibilidad de que la propiedad se transforme en apartamentos turísticos.

Es posible que el desenlace de esta historia hubiera sido diferente, catorce años atrás. Entonces, en la mente de todos, las piedras de Úbeda y Baeza no tenían tanto valor como tienen ahora, ni el turismo era una opción de negocio. Tal día como mañana se cumplen catorce años, de que el Consejo Mundial de la Unesco declarara Úbeda y Baeza Patrimonio de la Humanidad, y marcara así un antes y un después para estos dos municipios, y para toda la provincia de Jaén.

Un antes y un después para la economía, para el empleo, para el urbanismo, para el patrimonio y para la forma de pensar, entre otras muchas cosas. Y eso que esta declaración ha tenido que 'pelear' con años muy complicados. Llegó el 4 de julio de 2003 y la crisis estalló entre 2007 2008. Todos los empresarios coinciden en que los primeros años fueron muy buenos, pero que, una vez que estalló la crisis, el turismo, igual que el resto de sectores económicos, frenó. Ahora parece que esa situación está de nuevo cambiando, puede que también motivada por uno de los mayores avances que se han conseguido en estos catorce años y que ha sido la inclusión de Úbeda y Baeza en el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España. Esa inclusión se consiguió hace solo tres años y después de muchas negociaciones, pero abrió una puerta fundamental para estos destinos, la promoción.

«La unión hace la fuerza y gracias a la pertenencia al grupo llegamos a lugares del mundo donde nunca podríamos haber realizado una promoción profesional por nuestros propios medios», explicaba en aquel momento el entonces alcalde de Úbeda, José Robles.

Compañeros de viaje
«Si la declaración de Patrimonio de la Humanidad marcó un antes y un después, sin duda, estar en la asociación nos ha permitido ascender a otro nivel con grandes compañeros de viaje, como puede ser Toledo. Nos ha posicionado a un nivel muy alto en promoción», reconoce el empresario turístico Andrea Pezzini, que habla de que el actual momento turístico es «muy bueno», en parte por esa inclusión en el grupo de ciudades.

Otro de los grandes avances ha sido en materia de comunicaciones, con la conclusión de la Autovía del Olivar, que ha permitido que Úbeda y Baeza estén conectadas por autovía con provincias tan importantes (a nivel turístico) como Granada o Málaga. Ese avance se consiguió a finales de 2015, hace un año y medio, cuando se terminó el último de los tramos en obras, que era el que unía Baeza con Puente del Obispo.

La finalización de esta autovía, que estuvo años paralizada, era una demanda histórica de los vecinos y empresarios de ambas localidades, que no han tenido la misma suerte con el resto de las comunicaciones.

Desde la declaración y hasta hoy, las comunicaciones (o la ausencia de ellas) se ha considerado el mayor handicap de las dos ciudades Patrimonio. A día de hoy sigue sin haber grandes avances en la conexión por carretera con el Levante, a través de la N-322. «Es tercermundista», dice Andrea Pezzini. «Es una deficiencia enorme», dice Sebastián Moreno, empresario turístico de Baeza. Y eso son solo las conexiones por carretera, el panorama de las conexiones ferroviarias es aún más desolador.

A cambio, se puede decir que en estos años se ha avanzado en la oferta turística y cultural, y en una oferta de calidad, además de en una profesionalización de los trabajadores en el sector turístico. Se han rehabilitado nuevos espacios, se han abierto negocios, se han creado más plazas hoteleras y se han peatonalizado calles del casco histórico en ambos municipios. Son las consecuencias del 'sí' de la Unesco.

Por poner algunos ejemplos concretos, en Baeza, dos meses después de la declaración, que fue en julio, se abrían las puertas del Palacio de Jabalquinto, tras su rehabilitación. La belleza de este edificio, que es la sede de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) conseguía que todos los turistas se pararan boquiabiertos ante su fachada. Desde el pasado mes de marzo también pueden disfrutarlo por dentro los fines de semana, después de que el Ayuntamiento de Baeza y la UNIA firmaran un acuerdo.

La rehabilitación del propio Ayuntamiento, y el Paseo de las Murallas, desde donde los visitantes contemplan todo el paisaje del olivar, han sido otros dos grandes hitos para Baeza.

En Úbeda, un ejemplo claro si se habla de transformación en estos años, es la calle Real, una calle de tradición comercial, que estaba casi agonizante y que hoy podría decirse que está dedicada al turista: restaurantes, tiendas de souvenir y el único hotel de cinco estrellas que existe en la provincia, se encuentran en esta calle.

El cambio de aspecto de calles emblemáticas, como la que discurre delante del hospital de Santiago, donde se ha primado al peatón, eliminando los aparcamientos y ampliando las aceras, y el aprovechamiento de solares abandonados del casco histórico para convertirlos en aparcamientos temporales, son también algunos de esos cambios en la ciudad, que han supuesto un avance.