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jueves, 8 de mayo de 2014

Diario Jaén:El universo ibero se deja interpretar


No son ni mucho menos los 2.750 años de antigüedad que tiene la fortificación, pero, después de tres décadas de excavaciones en el yacimiento ibero del Puente Tablas, el arqueólogo Manuel Molinos sentía que, ayer, se ponía fin a una primera etapa. Subdirector del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica (CAAI), desde 1982, codirige, junto con el también catedrático de la Universidad de Jaén y director del CAAI, Arturo Ruiz, los trabajos en esta ciudad fortificada que se empezó a construir en el siglo VII, y, aunque, hasta el momento, solo se ha desentrañado un “7 o un 8%”, cada centímetro excavado y los restos que se han encontrado en sus 5 hectáreas son suficientes para poder construir un boceto bastante fidedigno del día a día de una familia ibera y de cultos a los dioses en los que la fertilidad —de la mujer y de la tierra— ocupaba un espacio central. 

A punto de que comience la musealización de un centro de recepción de visitantes que vendrá a dar razones al turista para alargar su todavía corta estancia en la capital, los dos arqueólogos se pusieron al frente de una expedición de políticos, empresarios y periodistas para recorrer los lugares más importantes del “oppidum” del Puente Tablas y descubrirles el que, “quizá”, sea el “santuario ibero más grande” de Andalucía y uno de los mejor conservados y más completos. Es el hallazgo más reciente y los datos aún se cocinan en el laboratorio. Pero, por el momento, de lo que no cabe duda es de que estaba dedicado a una diosa de la fertilidad. Una Astarté o una Afrodita, “posiblemente, local” —según Ruiz— cuyo nombre “podría ser Betatum”, apuntó Molinos. 


Sorprenden tanto como apasionan y sobrecogen los “elementos de tipo oracular que hay asociados” al santuario y todo el simbolismo que lo rodea: el agua, la fauna, los sacrificios, las ofrendas... Aspectos que alimentan la interpretación de los investigadores y el deseo de profundizar en la historia de un pueblo del que la provincia conserva joyas como Cástulo, en Linares; la cámara sepulcral de Toya, en Peal; las tumbas de Cerrillo Blanco, en Porcuna, y el santuario rupestre de la Cueva de la Lobera, en Castellar.


Todas forman parte del “Viaje al tiempo de los iberos” promovido por la Junta y la Diputación. Un plan turístico que ha contado hasta la fecha con una inversión de 5,1 millones de euros, de los que ambas administraciones públicas han financiado 4 millones y el resto, a través del Programa Operación Local (POL), la propia Diputación y los ayuntamientos, y en el que la guinda será el Museo de Arte Ibero. Así lo subrayó el presidente de la Administración provincial, Francisco Reyes, que se mostró convencido de que, “en breves fechas”, se retomarán unas obras que —recordaron él y la delegada del Gobierno andaluz, Purificación Gálvez— cuentan con una partida de 4,5 millones en los presupuestos de la Junta para este año.