El primer espacio museístico permanente de Mengíbar, dedicado a las miniaturas sobre oleicultura de Eulogio Calleja, se inaugurará en las próximas semanas. En la sala monográfica sobre el artista, ubicada en la Casa de la Cultura, ya se trabajan los últimos detalles para su apertura. Las principales piezas ya están instaladas.
Era una de las carencias de la ciudad, pero esta tiene los días contados. Mengíbar tendrá, en breve, su primera sala con una exposición permanente donde se ofrecerá, tanto a los vecinos como a los visitantes, una revisión de una parte esencial de la historia del municipio, la de su relación íntima con el mundo del aceite de oliva. Y se hará de la mano de unas piezas únicas a la par que hermosísimas, las miniaturas de Eulogio Calleja, quien ha dedicado incontables horas para fabricar réplicas a escala de almazaras y maquinaria tradicional agrícola, entre otras.
Las obras no solo representan artilugios del siglo pasado, sino que también hay escenas que llevan la línea del tiempo de la muestra hasta épocas históricas en las que el trabajo en el campo era completamente distinto. Aunque las piezas de Calleja han salido en alguna ocasión fuera de su casa para exposiciones temporales, a partir de ahora, todo el mundo interesado en conocerlas podrá hacerlo con un itinerario y material explicativo de manera fija en un lugar adaptado.
