«Jaén es una de las provincias más ricas en arqueología», según la doctora de la Universidad Autónoma de Madrid Alicia Canto, que hizo de 'avvocata del diavolo', como dijo el profesor Giovanni Brizzi, durante el reciente Congreso Internacional sobre la Segunda Guerra Púnica, celebrado en la Universidad de Jaén. Brizzi es el mayor experto en esta contienda ('Escipión y Aníbal: la guerra para salvar Roma', 2009), que enfrentó a las dos grandes potencias de la época, Roma y Cartago, por el control del Mediterráneo que, en los siglos III y II a. n. e. era como decir el poder del mundo occidental.
De las tres guerras púnicas –nombre que usaban los romanos para referirse a los cartagineses y a sus ancestros fenicios–, la segunda es la sustancial. Y entre sus batallas figura la de Baécula (208 a. n. e.), de gran trascendencia pues supuso el inicio de la romanización de la Península. En palabras de Arturo Ruiz, catedrático de la Universidad de Jaén, «es el momento en que se rompe el vínculo, casi de forma definitiva, de Andalucía, que entonces era el valle del Guadalquivir, con el ejército cartaginés y cuando comienza la conquista romana». Pero la cuestión es dónde tuvo lugar la batalla. El congreso ha arrojado más luz y pocos mantienen ya que fuera en el término de Bailén, como se pensó durante siglos, entre otras cosas porque no ha aparecido ningún resto de esa época ni hay noticias de la existencia de un 'oppidum'. Hasta la profesora Canto, defensora de la tesis tradicional, amplió el espacio durante el congreso al triángulo Linares-La Carolina-Bailén. Pero la investigación por parte del grupo de trabajo de los profesores Arturo Ruiz y Manuel Molinos no ha concluido.
Cástulo
También sigue en la ciudad ibero-romana de Cástulo, capital de la Oretania y cruce de caminos «de verdad», sobre todo durante la época romana, según el director de su conjunto arqueológico, Marcelo Castro, quien habló durante el congreso de los más recientes hallazgos: la necrópolis extramuros y la fase final de la prospección en busca del foro romano (proyecto Fórum MMX).
Sobre éste último, Castro apunta la posibilidad de que no hubiera un foro como tal, centro de toda la ciudad, sino varios espacios públicos sobe los que giraba la vida cotidiana, como un mercado (han encontrado lo que fueron varias tiendas) o un edificio sobre un podium de 1,2 metros y con una profundidad de 30, que se cree que fue un templo y donde han aparecido mosaicos bastante bien conservados, con figuras geométricas y de animales y vegetación, y paredes policromadas sobre estuco. Y en breve abrirá sus puertas el centro de interpretación de Cástulo, por lo que los nuevos descubrimientos pueden atraer a un buen número de visitantes.