El objetivo es proteger este espacio dado el interés histórico, científico, educativo y ecológico del yacimiento y su entorno. Esta resolución culmina el proceso que se había iniciado el pasado octubre de 2010, con la incoación del correspondiente expediente por parte de la Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno regional.
El Yacimiento del Llano de la Horca, en Santorcaz, es el asentamiento protohistórico mejor investigado y conservado de la Comunidad de Madrid por lo que resulta preciso otorgar la máxima protección determinada por la Ley, mediante la categoría de Zona Arqueológica, así como proseguir los trabajos de investigación y restaurar y acondicionar el poblado para la visita pública. La extensión de la zona declarada BIC es de 49 hectáreas.
Las tierras circundantes servían para las actividades agrícolas, pasto para la cabaña ganadera y coto de caza o pesca, un entorno más o menos amplio sobre el que ejercer sus funciones defensivas, comerciales o de abastecimiento.
En el entorno que se protege, que suma un total de 549 hectáreas, están catalogados nueve yacimientos arqueológicos, conserva la flora y la fauna autóctonas. Tan sólo el núcleo urbano de Santorcaz es ajeno a las actividades productivas antiguas, por lo que queda en su mayor parte excluido. Gran parte del entorno se encuentra ya protegido por la normativa municipal por sus valores ecológicos y agrícolas.
El asentamiento de Llano de la Horca fue construido por una población carpetana, que fue una de las etnias peninsulares que hallaron cartaginenses y romanos en sus respectivas conquistas. La ocupación principal del yacimiento se produce entre los siglos IV y I a.C. por parte de los carpetanos. Éstos aparecen en las fuentes históricas como aliados de los cartaginenses en la campaña de Aníbal y asociados con otros pueblos indígenas contra Roma.
Así pues es un yacimiento con una carga histórica, fruto de la actividad del pueblo prerromano que ocupaba prácticamente toda la Comunidad de Madrid.
Por otro lado, el buen estado de conservación de calles, manzanas, viviendas y los depósitos arqueológicos lo convierte en un yacimiento con grandes aptitudes para su acondicionamiento como museo y divulgación, razones por las cuales se prevé la creación de un Parque Arqueológico en el yacimiento, siguiendo la función didáctica y social que la gestión del Patrimonio Histórico debe cumplir.
El poblado tiene una superficie ocupada de cerca de 10 hectáreas y su área de influencia sería de entre 5 y 7 kilómetros. Se trataría de una comunidad urbana desarrollada, con algún tipo de jerarquía social, de creciente especialización "industrial" y con una población bastante densa.
El proyecto arqueológico de El Llano de la Horca se ha planteado desde el principio con dos objetivos fundamentales. En primer lugar, la excavación y estudio de una superficie significativa del poblado para lograr abrir una ventana a la vida cotidiana de una comunidad carpetana de finales de la Edad del Hierro, en vísperas de la conquista romana.
El segundo es la creación de un Parque Arqueológico que permita visitar directamente el poblado descubierto -debidamente consolidado y presentado al público- y un Centro de Interpretación que se construirá en sus inmediaciones y permitirá ofrecer una visión completa del yacimiento y de la cultura carpetana.