'Había un fuerte castillo en esa ciudad, cuya puerta de dos batientes no era para entrar ni aun para salir, sino para que la tuvieran cerrada. Cada vez que uno fallecía y otro heredaba su trono altísimo, éste añadía con sus manos una cerradura nueva a la puerta, hasta que fueron veinticuatro las cerraduras, una por cada rey', así comienza la leyenda de la cámara de las estatuas, contada por Juan Eslava Galán en su libro sobre las leyendas de los castillos de Jaén y basada en un relato de la obra de Jorge Luis Borges, Historia Universal de la Infamia
.Dicho relato cita a Jaén como posible ciudad andaluza donde ocurre la narración, que refleja con claridad el temor y terror que inspiraban los árabes hacia los cristianos.
El 28 de enero, cerca de un centenar de personas, se sumaron a la propuesta de la asociación Inventa y participaron en una visita guiada por Jaén, actividad que inauguraba las IV Jornadas “Jaén la más misteriosa de Andalucía”. El guía fue el presidente de Iuventa, Rafael Cámara, buen conocedor de la historia de Jaén y las fabulaciones que tejen en ella curiosos recuerdos y extraños misterios. El recorrido comenzó en la Plaza de Santa María, donde Cámara contó la leyenda del Santo Rostro y mostró como en la fachada central de la Catedral se puede ver la Imagen del Santo Rostro de Cristo en piedra. La segunda parada en la ruta fue en el Callejón del Duende (calle Joaquín Costa) el lugar más idóneo para contar la historia del duende de la Magdalena. Poco después relató la leyenda del Cristo de las Injurias en la Plaza de la Merced. El camino, cada vez más poblado de sugerentes misterios e historias conformadas en el imaginario colectivo, condujo hasta el Arco de San Lorenzo, monumento idóneo para relatar la leyenda del Padre Canillas y la tradicional narración por la que el Rey Fernando IV, después de arrojar por la peña de Martos a los hermanos Carvajales, se convirtió en el emplazado y precisamente Fernando IV fue velado en dicho arco de la capital.
La misteriosa visita llega a la calle Maestra y en el Palacio del Condestable Cámara cuenta la leyenda negra del Condestable Iranzo, luego en la plaza de San Bartolomé, el responsable de Iuventa describe varias apariciones fantasmales y se centra en la leyenda de la casa del miedo. El público, en este callejeo evocativo y fantástico, alcanza la antigua judería en la plaza de los Huérfanos y escucha atento la leyenda de la cueva del tesoro. A continuación la excursión se dirige al monumento del lagarto para aludir a la lápida templaria y a la mesa de Salomón. Finalmente en la Plaza de la Magdalena, Cámara narra la leyenda de la casa de las almenas y concluye el paseo en la Fuente de la Magdalena con el conocido relato del Lagarto de la Magdalena.
ilustres en camposanto. El pasado domingo, una soleada e invernal mañana, a pesar de que el frío calaba los huesos de los atrevidos visitantes, los setenta inscritos acudieron a la cita, y distribuidos en dos grupos, para aprovechar mejor la visita, caminaron en busca de muchos de los históricos personajes jiennenses, que nombran las calles de la ciudad, y cuyos restos yacen allí. El investigador, licenciado en Derecho, especialista en Masonería y voluntario de Iuventa, José Manuel Higueras Lorite, enseñó la historia contenida tras las tumbas del cementerio de San Eufrasio. El cementerio de Jaén está catalogado como parte del conjunto histórico de la ciudad y desde agosto de 2011 bien de interés cultural. Las tumbas, panteones y mausoleos tienen un gran valor histórico y permiten trazar un boceto de la historia de Jaén a través del recuerdo de los personajes ilustres enterrados en dicho recinto. Al ser en el cementerio ese patrimonio resulta misterioso y es muy desconocido. Como ejemplos se encuentran la tumba de Bernardo López con una alegoría a la poesía. Una lápida en inglés del ingeniero del tren del aceite, otra modernista de Martínez Molina u otra de inspiración egipcia escrita en hebreo de un judío que murió en Jaén, o el monumento a los represaliados. “Lo más curioso y lo primero que sorprende a la gente es la fecha de construcción del cementerio, 1829, es decir, es del primer cuarto del siglo XIX, lo segundo a destacar es el valor arquitectónico e histórico-artístico que tiene”, explica Higueras. Como curiosidad, subraya este investigador y buen conocedor del Camposanto jiennense, las lápidas masónicas, las militares y la del artista José Nogué, que pintó sobre el sepulcro a su padre y a su mujer. O la sugerente tumba modernista de uno de los mejores científicos jiennenses el doctor en ciencias Rafael Martínez Molina. Respecto a las IV Jornadas Higueras considera que la oferta cultural de Iuventa es “diferenciada y diferenciable”. Es decir, renovada y peculiar, en esta cuarta edición hay actividades exitosas como la visita al cementerio que se celebra por segunda vez o el paseo literario, realizado en convocatorias anteriores, y novedades como la incorporación de un innovador concierto de música antigua. Algo que caracteriza este programa es la entrada libre y la gratuidad en todas sus propuestas culturales.
El ciclo “Jaén la más misteriosa de las Andalucías” concluirá con un recorrido por el conjunto histórico en el que habrá paradas para leer textos de leyendas o poesías. El clima gótico se creará con ese recital en el que se incluirán romances de Jaén, fragmentos de novelas de Eslava Galán, como la firmada con seudónimo “La lápida templaria”, o leyendas de José Torres, entre otros. Galerías secretas, tesoros sagrados, espectros o diablillos trasladan e invitan a sentir otra dimensión de la ciudad.