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domingo, 25 de septiembre de 2011

La Tia Tragantia

La tía tragantia, era una bella princesa mora a la que su padre aquel rey moro de Cazorla, que viendo venir las huestes cristianas durante la reconquista, encerró a su hija en los sótanos del castillo de la Yedra con la intención de protegerla de las tropelías del enemigo, selló los accesos y le dejó todo lo necesario para un largo asedio. Pero sucedió que el rey murió en los primeros compases de la batalla sin haber confiado a nadie el paradero ni lo que había hecho con su hija.

Ocupada la fortaleza por los cristianos y establecidos estos en la comarca, transcurrió el tiempo, y a la princesa se le agotaron las provisiones y el aceite que utilizaba para alumbrarse. Con el paso del tiempo, mucho mucho tiempo, durante el cual vivío en una especie de sopor o sueño mágico, llegó a la desesperación y la locura al darse cuenta que todo el mundo se había olvidado de ella. Poco a poco, fue convirtiéndose en un terrible monstruo, puesto que la mitad inferior de su cuerpo se había convertido en serpiente, la cual reptaba por las tinieblas anillándose a los pilares que sostenían el techo. Se dice que en las noches de San Juan aparece transformada en Tragantía cantando con dulcísima voz para comerse a los niños y niñas que la escuchan.

Este relato que acabo de contarles es una leyenda de Úbeda (Jaén), de la cual no se conoce su origen, se utilizaba para asustar a los niños ubetenses diciéndoles que vendría por ellos la Tía Tragantía, la cual anunciaba su llegada con la siguiente canción:

Yo soy la Tía Tragantía,
hija del rey Baltasar,
y quien me oiga cantar
no vivirá más de un día
y la noche de San Juan.