La cofradía de la Soledad busca soluciones al torreón de la iglesia de San Millán. La construcción cobra protagonismo por el desprendimiento de unas tejas de esta zona del templo, que se encuentra bastante deteriorada.
Desde la Cofradía de la Soledad lo vienen anunciando desde hace tiempo y al final terminaron por verle “las orejas al lobo”. El desprendimiento de algunas tejas del torreón del templo de San Millán, sede de la cofradía e inmueble que presenta un aspecto muy deteriorado por el paso del tiempo, salta a la actualidad. Así, una vecina fue la que, asustada, avisó a la Policía, a los Bomberos y a los miembros de la hermandad sobre lo ocurrido, quienes se personaron inmediatamente en el lugar y cortaron la calle para solventar el problema, que finalmente quedó solamente en un susto. Tal y como explicó el hermano mayor de la cofradía, Francisco López: “Tuvimos que fijar las tejas que quedaron con una espuma para evitar más desprendimientos, aunque es una situación que ya peligra y que venimos anunciando desde hace tiempo. Ya en su momento, los Bomberos tuvieron que afianzar el tejado. El torreón está en deterioro y necesitamos una solución mejor y definitiva”. “Desde el propio equipo de Policía y Bomberos —prosigue— nos aconsejaron que acometiéramos nosotros mismos las obras, para no tener que elevar el coste de la intervención”. La cofradía ya realizó un informe en noviembre de 2010 con respecto a esta situación, ya que el torreón cuenta con un gran valor arquitectónico, y llamarán a todas las puertas para hallar una solución.