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lunes, 26 de enero de 2015

Noticia IDEAL:Las promesas que trajo Fitur


El Fitur del año pasado fue el de Cástulo. Una inmensa foto, que iba de punta a punta del stand de Jaén, mostraba cada detalle del mosaico de los amores y maravillaba a todo aquel que pasó por allí. Cástulo dio muchas alegrías a la provincia en la Feria Internacional de Turismo de 2014; la posibilidad de hacer un recorrido virtual por el yacimiento, atrajo a numerosos visitantes a los metros cuadrados que representaban a Jaén.

A lo largo de todos los años que esta provincia ha estado viajando a Madrid para participar en esta feria, ha 'vendido' de todo. Logros conseguidos, como el de Cástulo, o como una de sus grandes bazas: la declaración de Patrimonio de la Humanidad de Úbeda y Baeza; y proyectos de futuro, algunos alcanzados y otros que se quedaron en el camino.

Empezando por lo más cercano. En Fitur de 2013, la palabra mágica con la que Jaén desembarcó en Madrid fue 'oleotour': una estrategia impulsada por la Diputación Provincial y que entonces aspiraba a crear una red de almazaras y empresas, de muy diversa índole, que hicieran del aceite de oliva y de los 60 millones de olivos de esta provincia un reclamo turístico. Se puede decir que el proyecto avanza, y además a buen ritmo. Según los últimos datos ya son 93 las empresas, entre almazaras, restaurantes, empresas de catas, empresas de servicios turísticos y empresas de cosméticos, entre otras, las que forman parte de esta estrategia.

Un año antes, en 2012, también el aceite de oliva era el protagonista, esta vez de la mano del Museo del Aceite de Oliva construido en Geolit, y que se inauguraría solo unos días más tarde. El problema es que se inauguró y se cerró, y no fue hasta dos años más tarde, en febrero de 2014 que abrió sus puertas definitivamente. Aún así, ahora mismo está en funcionamiento y ya ha recibido a miles de visitantes.

Peor suerte ha corrido el proyecto de 2010, la almazara-escaparate, anunciada para el casco antiguo de la capital, y presentada en la Feria de ese año. Según se dijo entonces, se construiría en un solar de propiedad municipal y aspiraba a convertirse en un espacio de exposición de aceite y venta del mismo, además de otros productos derivados.

En 2009 Jaén acudía a la capital española con la idea de cerrar contactos para volver a impulsar, después de una década desde el primer anuncio, el parque de ocio de Cazorla. No quisieron dar grandes detalles, pero hubo reuniones durante la Feria, y si se dijo que una empresa estaba interesada en construir este parque. A día de hoy el parque sigue sin existir.

No solo los proyectos impulsados por la Administración pública se han quedado en nada con el paso del tiempo, también se ha dado el caso en ideas lideradas por el sector privado. En ese mismo año 2009, la Comercializadora trabajaba en ofrecer a los turistas un transfer desde la estación de AVE de Córdoba hasta Jaén, para captar los turistas que llegan a Andalucía en alta velocidad.

Y si hablamos de mejoras en las comunicaciones que nunca llegaron a Jaén, la lista puede ser larga. Un ejemplo es el tren para unir Jaén con Motril. En 2006, el entonces consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Gaspar Zarrías, anunciaba en plena Feria que el tren «servirá de eje de articulación para ambas provincias». El tren se anunciaba entonces, 120 años después de que se anunciara por primera vez, y de momento hay que sumarle otros trece más de espera.

'Jaén, paraíso interior'

Echando la vista aún más atrás, en el año 2003 si se mencionaba la palabra crisis era porque se estaba hablando de los años 90. Jaén empezaba a despegar turísticamente y aún había 'alegría' a la hora de hacer cuentas. Se notaba, por ejemplo, en algo que en estos momentos sería totalmente impensable: Jaén capital acudía a Madrid de manera independiente, con su propio stand, lo que le suponía una inversión de 50.000 euros. El resto de la provincia iba, como ahora, de la mano de la Diputación Provincial, que aquel año pasaba a duplicar espacio en la Feria, respecto al anterior (de 200 a 406 metros cuadrados), y estrenaba logo para su marca 'Jaén, paraíso interior', todo acompañado de una campaña publicitaria en las televisiones nacionales.

Por aquellos años se celebraba el Día de Jaén en una de las jornadas de la feria y se servían aperitivos de la gastronomía típica de la tierra, lo que aseguraba el 'llenazo' en el stand. Se comía y se bebía porque Fitur, en buena parte era eso. La Diputación entregaba los premios 'Jaén, paraíso interior', después vinculados a Tierra Adentro, y «sacaba pecho» porque ese año la revista Geo había dedicado un número a la provincia jienense, que por supuesto se repartía gratis entre todos los visitantes. Y eso que entonces Jaén no tenía las bazas con las que cuenta hoy. De la Ruta de los Castillos y las Batallas poco o nada se había hablado entonces y Úbeda y Baeza aún no habían sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Lo conseguirían cinco meses más tarde, con lo que pasarían a convertirse en la «joya de la corona» en el Fitur de 2004.

En aquel 2003, lo que Jaén vendía era su recién estrenada Vía Verde del Aceite, que ya apuntaba maneras, siendo una de las más visitadas en toda España, pero que aún no conseguía ser un atractivo para los turistas.

Muy curiosa, y criticada en su momento, era la oferta de Jaén capital, ya que uno de los lugares que vendía entonces en Fitur era la Ciudad de los Niños, cuando aún no había comenzado a construirse. También llevaba a Madrid una ruta de la naturaleza de Jaén por la zona de Otíñar y la Cañada de las Hazadillas, ruta que hoy no sólo no existe, sino que además sería imposible de hacer por el mal estado en el que se encuentra la zona de la Cañada de las Hazadillas. Aunque la «estrella» era el centro de interpretación del castillo de Santa Catalina, inaugurado sólo unos meses antes, y del que, en pocos años nada quedaría por el mal estado de conservación. Curiosamente, en 2015 este centro volverá a 'venderse' porque hace solos unos meses que se ha vuelto a abrir después de una nueva intervención integral.

En el Fitur de 2004, el Ayuntamiento ya decidía no ir por su cuenta, e incluirse en el stand de la Diputación. Aquel fue el año, por supuesto, de las recién estrenadas Ciudades Patrimonio de la Humanidad, y el año de las rutas. La ruta de los Castillos y las Batallas (ahora infinitamente más desarrollada que entonces); la ruta del toro en el Condado; la ruta de las ovejas en trashumancia por las sierras, las rutas mineras, las rutas literarias, la ruta por los acordes de Andrés Segovia en Linares. La mayoría de ellas se han quedado en nada.

También se apostaba por los paquetes turísticos, como los que se presentaron en 2004 de la comarca de Sierra Mágina: un total de diez paquetes en los que se vendía al turista desde el alojamiento hasta actividades complementarias bajo el nombre de 'Mágina mágica', 'Los reinos perdidos de Mágina' o 'Aventureros por naturaleza'. Con el tiempo, el turismo ha evolucionado y ahora los turistas ya no quieren paquetes cerrados, prefieren organizarlo por su cuenta a través de internet o las redes sociales, pero entonces aquello sí era una avance para Jaén.

Rincón a rincón

Quizás el error entonces fuera pensar que se podían promocionar todos los rincones de la provincia, que todos los municipios podrían conseguir una alternativa económica con el turismo, de ahí el fracaso de proyectos como el del V Elemento, por el que se pensó en un centro de interpretación para cada municipio de la comarca de Segura. En 2004, por ejemplo, Torredelcampo presentaba en Fitur su segundo centenario del nombramiento del municipio como villa.

En 2005 el tema del que más se habló en Fitur fue de la campaña para la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la catedral de Jaén. El entonces alcalde, Miguel Sánchez de Alcázar (PP), aprovechaba la Feria para reunirse con el responsable de la Unesco «para empezar las cosas debidamente y con el conocimiento de las instituciones», decía. Seguro que este año la catedral jienense volverá a acaparar atención porque, después del varapalo recibido en 2014, y al margen de cualquier polémica, continúa buscando la ansiada declaración.

Y volviendo de nuevo a 2006, otra curiosidad de aquel año fue que Úbeda y Baeza se desvinculaban del stand conjunto de la Diputación Provincial y se montaban por su cuenta en la Feria. Todo vino porque el año anterior el Ayuntamiento de Úbeda no se había tomado bien que se promocionara a la ya Ciudad Patrimonio de la Humanidad al mismo nivel que el resto de los municipios de la provincia, de manera que su mostrador no se colocó