El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha acordado inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural,(BIC) la custodia procesional de la Catedral de Baeza.
Esta obra maestra de la orfebrería andaluza, símbolo destacado de la ciudad, sirve de asiento al Santísimo Sacramento en las solemnes procesiones litúrgicas catedralicias, como la del Corpus Christi. Fue realizada en plata y bronce dorado por el platero antequerano Gaspar Núñez de Castro, entre los años 1701 y 1714, para sustituir a la original que se perdió durante el incendio de 1691 que afectó a la catedral.
De acentuado estilo barroco, la obra sigue la tipología renacentista de la custodia ejecutada un siglo antes por Juan de Arfe para la Catedral de Sevilla. Con ella coincide en aspectos como la planta circular del templete, las proporciones o el equilibrio de masas.
La custodia de la Catedral de Baeza es una pieza de gran envergadura, de 2,20 metros de altura y 80 centímetros de diámetro en la base, compuesta por tres cuerpos decrecientes sustentados cada uno por doce pares de columnas salomónicas y corintias que culminan en una cúpula gallonada con la figura de la Fe.
Tres cuerpos
El primer cuerpo es de planta circular y descansa en un basamento adornado con temas alegóricos (el hado, la suerte, la penitencia, el castigo, la virtud, el amor) y sobre el que se elevan doce columnas salomónicas y otras doce corintias, con altos pedestales decorados con relieves de escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento. En el interior se aloja la imagen de la Virgen, de plata.
El segundo cuerpo tiene una planta similar y decora su basamento con relieves alegóricos (pertinacia, destino, matrimonio, ocio y dolor) y con pedestales y columnas. Acoge el viril que contiene la forma consagrada y que presenta forma de sol y cerco muy decorado. Se remata con una cornisa sobre la que corre una balaustrada con peanas superpuestas y figuras de ángeles.
El tercero es parecido a los anteriores en planta y alzado. Los frentes de su basamento contienen relieves con escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, mientras que en el interior se alberga la imagen de San Miguel.
La custodia se culmina con una cúpula de perfil apuntado calada, gallonada y con decoración vegetal superpuestas, así como con un astil que sostiene la figura de la Fe.
