Tratándose de un inmueble histórico como es la Casa del Torreón, era de esperar que aguardara en su interior retazos de otras épocas que esperaban ser descubiertos al iniciarse la obra de rehabilitación de la futura Casa de la Juventud. Y no ha defraudado.
Dos meses y medio han tardado los arqueólogos en realizar un estudio completo del edificio en el que «lo más significativo ha sido que un estudio como éste es la primera vez que se ha hecho en Linares para la rehabilitación de un inmueble», destaca la arqueóloga responsable de la excavación, Ángela Sánchez.
Cinco han sido las fases de ocupación que han sido definidas a través de este estudio, que ha consistido en el análisis de paramentos para conocer la construcción a fondo y la realización de sondeos arqueológicos para delimitar las fases.
Cerámicas y elementos muebles hallados en la base del edificio datan la primera ocupación del terreno en los siglos XII y XIII, correspondiente a la época medieval islámica. Un silo de almacenamiento «excavado en el suelo, muy bien conservado y anterior a la construcción de la Casa del Torreón», explica Ángela Sánchez, conforma principalmente su segunda fase, en el siglo XIV.
La construcción del edificio, en la segunda mitad del XVI, ha conservado hasta nuestros días pavimentos y estancias originales de la casa, así como elementos muebles como un pozo y unas piletas en el patio, «entre ellos una cocina de hogar y alacenas».
En el siglo XVIII el edificio se amplió y en el XIX se divide (seguramente por herencias). Es éste, el estudio de su quinta fase, «el que más resultados ha dado. Los pavimentos de guijarro de los patios se han conservado hasta la actualidad y, lo más interesante, ha sido la constatación de los escritos que hablan de que, con el auge de las minas, en la Casa del Torreón se instaló una familia alicantina que eran jaboneros», relata la arqueóloga responsable. «Hemos hallado piletas de decantación, tinajas, elementos para la fabricación de jabón, restos industriales, piletas para procesos químicos. El edificio estaba dividido en vivienda, y el patio lo usaban para fabricar jabones».
La Casa del Torreón estuvo habitada hasta la década de los años 70 como corral de vecinos, tal y como se deriva de la distribución actual de la vivienda.
Conservación Los restos encontrados durante esta excavación «serán conservados e incorporados al nuevo edificio en la medida de lo posible», declara Ángela Sánchez. Así, a la restauración de la fachada, la torre y el sótano, donde se halló una bóveda de medio punto de arenisca y se conservan tinajas usadas para el almacenamiento de agua, aceite y vino, y que están incorporados al proyecto de obra inicial; ahora se sumarán la reposición de guijarros para recrear el pavimento original y la colocación de «elementos encontrados en la excavación, como son piletas, tinajas o el brocal del pozo, así como el silo, que también se intentará integrar en la rehabilitación».
La futura Casa de la Juventud dependerá del Instituto Andaluz de la Juventud y será gestionado por el Ayuntamiento de la ciudad. Igualdad y Bienestar Social, a través del IAJ, invertirá de este modo casi un millón y medio de euros en la construcción de estas dependencias.