Siete siglos después de la destrucción de estas sinagogas toledanas, el arqueólogo Rafael Caballero explica a Efe tras una de sus ponencias en la XXI edición del curso ‘La cultura Hispanojudía y Sefardí’, que su equipo ha encontrado “una esquina” de una sinagoga durante una intervención en una propiedad privada.
En concreto, han hallado un muro de seis metros de ancho por ocho de alto con tipología mudéjar en la toledana calle de las Bulas, en el casco antiguo, que se corresponde con la sinagoga de ‘Los Golondrinos’.
Según el arqueólogo, “probablemente el edificio continúe por el subsuelo” y “por las casas vecinas” pero “nosotros no podemos seguir con la investigación” porque la intervención ya ha terminado y “no tenemos competencia para continuar”.
Un dato más que corrobora que ese muro es una parte de una sinagoga, es que además tiene una fachada similar a la de edificios como el Taller del Moro.
Esta información se ha cruzado con los archivos analizados por historiadores y documentalistas, que afirman que en el lugar había una sinagoga.En cuanto al nombre de ‘Los Golondrinos’, “no es que la sinagoga se llamara así”, explica Caballero, sino que, en el siglo XVI, “se asentó en ese solar -donde estaba la sinagoga destruida- una familia que se llamaba ‘Los Golondrinos’”.
Esto se sabe porque esta familia decoró la casa y los techos con dibujos de golondrinos y con su escudo, que tiene los mismos motivos, representaciones que su equipo de arqueología encontró durante la investigación y “como era lo que se conocía, le hemos dado ese nombre”, señaló.
Caballero ha explicado que este descubrimiento se realizó en el año 2007 y estaba ligado a un proyecto de obra en el que el propietario de la casa iba a rehabilitar el edificio, porque, “si quieres hacer obras en una zona sensible, por ley necesitan una intervención arqueológica”.
Con los descubrimientos que trae consigo el paso del tiempo se reafirma la máxima de que en Toledo “cada vez que remueves el subsuelo te encuentras algo”, asegura Caballero.
Según Caballero, el arqueólogo Carlos Barrio, por otra parte, ha descubierto la localización de otra sinagoga de las diez destruidas en el siglo XIV. En esta ocasión, el templo judío estaba en la confluencia de la calle del Ángel con Reyes Católicos.
El hallazgo fue descubierto cuando Barrio estaba realizando una intervención por encargo de la administración municipal y, además, han hallado otro muro con la misma tipología y data.