Los equivalentes a concejales en la actualidad o ediles, tenían en la antigüedad el nombre de caballeros veinticuatro, primitivo número que había en los ayuntamientos. En el siglo XVI se aumentó y disminuyó su número por diversos motivos. Sus funciones eran variadas, desde fiscalizar tributos, hasta visitas ...a la cárcel o inspecciones de mercados. Todos tenían grandes prerrogativas y para gozar del cargo debían ser hidalgos. Era obligatoria la asistencia a las reuniones del Cabildo pudiendo ser multados si faltaban a ellas, sin justificación.
Eran cargos de mucho aprecio. Al igual que las licencias de los taxis se podían vender, debido a los agobios económicos de la Corona, sistema generalizado en el s. XVII, alcanzando un precio de 8500 ducados. El prestigio y la influencia en la ciudad, que estos cargos proporcionaban, y la inversión segura que para sus rentas de capital significaban los hicieron muy apetecibles, ello aumentó su número, con el consiguiente problema de hipertrofia municipal.