La Unión de Cofradías se pondrá manos a la obra, una vez que finalice el verano, para avanzar en proyectos como la instalación del Museo de Semana Santa en la iglesia de Santo Domingo. También está pendiente el futuro de San Pedro o San Lorenzo.
Continúa el arduo trabajo desde la Unión de Cofradías de Semana Santa de Úbeda. Tras la elección canónica del colectivo por decreto del obispo de la Diócesis de Jaén, Ramón del Hoyo López, el paso siguiente será inscribirse en el Ministerio de Justicia como asociación, para poder, posteriormente, solicitar el código de identificación fiscal al Ministerio de Hacienda, lo que permitirá a la entidad acometer obras de reforma en la iglesia de Santo Domingo, así como solicitar subvenciones para este y otros proyectos. De momento se mantiene la intención clara de que el templo se convierta, en un futuro próximo, en Museo de Semana Santa para la ciudad Patrimonio de la Humanidad, por lo que los esfuerzos tendrán continuidad cuando pase el verano.
En este sentido, en septiembre está previsto que desde la unión se informe a los presidentes de las cofradías ubetenses para poner en marcha la comisión que se creó en su momento para desarrollar la iniciativa de “museización”. A juicio del secretario del colectivo, Miguel Ángel Lorente, el proyecto de obra civil se encuentra muy adelantado. “Por tanto, avanzaremos en estos asuntos, con el añadido de que el templo de Santo Domingo se haya en buen estado y no reviste peligro. Tan solo tienen que ultimarse algunos trabajos para la eliminación de humedades, si bien debe ser objeto de remodelación para impulsar el Museo de Semana Santa”. Por otra parte, el edificio es objeto de atención preferente por parte del Obispado jiennense, por lo que lo cedió a la unión, y su futuro se pondrá ahora sobre la mesa, junto con el de las iglesias de San Pedro y San Lorenzo en una reunión próxima.
Por otra parte, y también a partir del mes de septiembre, existen intenciones desde el Obispado de Jaén para reunirse con representantes de la Iglesia de Úbeda y analizar lo que pasará con los dos templos, que hasta la fecha permanecen cerrados al culto, una cuestión que preocupa al colectivo cofrade. San Pedro se clausuró recientemente, a consecuencia de la reapertura de Santa María de los Reales Alcázares, tras las obras de rehabilitación, así como San Lorenzo, deteriorado por el paso del tiempo. A medida que pasan los días, los desperfectos son visiblemente mayores, fundamentalmente en la zona del tejado y la sacristía, donde las humedades son muy abundantes, así como las goteras que, en su momento, causó la densa hiedra que ocupó la parte alta de la fachada del templo en muchos años. También la parte trasera del campanario acumula balsas de agua. Sin embargo, la iglesia, por dentro, se encuentra en buen estado, tal y como explicaron desde la Asociación Cultural Mirador de San Lorenzo. Asimismo, los vecinos de la zona piensan que sería todo un acierto que el monumento se rehabilitara adecuadamente y pudiera así abrirse al culto y al público en general.