Es un tesoro visigodo compuesto por varias coronas votivas que los reyes visigodos ofrecieron a la Iglesia. Es muy parecido al Tesoro de Guarrazar aunque algo más tosco, posiblemente las coronas estuvieran dedicadas a las santas sevillanas Justa y Rufina.
Fue encontrado en 1926 en Torredonjimeno, provincia de Jaén, cerca de la actual Ermita de la Virgen de Consolación, en una finca de olivar, a 2 km del núcleo urbano del pueblo y a 4 km de Martos, por un campesino que se encontraba trabajando en el campo. Pensando que las piezas carecían de valor, se las dio a los hijos que se entretenían desmontando las joyas y mezclándolas con barro. Tiempo después apareció un trapero que compró las piezas. Ahí se le pierde el rastro, hasta que vuelve a aparecer en los años 40, fragmentado.
El Tesoro se encuentra actualmente repartido entre los Museos Arqueológicos de Madrid, Barcelona y Córdoba.