Quisieron que el eje en torno al que se presentara Pezsapo fuera sus tres historias, las de tres mujeres diferentes pero unidas por la pasión por la literatura, para dos, escribirla y la última, darla a conocer. Ellas son Inmaculada Puche, creadora de Pezsapo, y sus dos escritoras, Felisa Moreno y África Álvarez.
Los lectores, desde que leen el primer párrafo que les atrapa en la librería, son los que le dan sentido a la literatura. Y por eso se quiso rodear Inmaculada Puche de amigos y también lectores para esta puesta de largo de Pezsapo, su proyecto editorial que nació hace dos años. Y contó la historia de cómo nació esta locura, apoyada por la cordura de un hijo de 19 años . “Ser escritor hoy es dificilísimo, además de las horas y el esfuerzo, sabes que tu obra dormirá el sueño de los justos”, dijo. Pero aquellos autores que luchan intensamente cada día para conseguirlo son los que Pezsapo quiere, como Felisa Moreno y África Álvarez. Y reflexionó sobre que, en un mundo en pleno cambio, hay que fijar la vista en lo desconocido, aquello que está más allá de las mesas de novedades en una librería.
Y pasó la palabra a Felisa Moreno, para que ella también contara su historia. Esa que empezó ya cuando llegó la cuarentena. “Lo hizo en la madurez y a veces pienso que podría haber sido antes, pero quizá no hubiera podido profundizar en emociones que ahora conozco”, dijo la escritora de Noguerones, autora de La asesina de ojos bondadosos. África Álvarez, autora de la novela La arboleda de las sombras, quiso remarcar que sus historias están unidas por la misma pasión, la que las mueve, unas la de escribir y otra la de la satisfacción de dar a conocer a gente que cree que es buena. “Con el hecho de escribir ya somos felices, pero no te conformas solo con eso, quieres que alguien lo lea y no solo a quien tienes cerca”, aseguró. Y Pezsapo consigue el sueño del escritor de que “el libro salga del cajón”
